Un Belgrano que tiene el objetivo casi en la mano, volvió a contar con el conmovedor apoyo de su público, que repletó el Gigante y le brincó un recibimiento espectacular, dejando rápidamente atrás la derrota en Tucumán.
La salida del equipo al campo del juego fue un infierno de bengalas, luces y humo, al son del “viejo y glorioso Belgrano” que retumbó desde los cuatro costados. Y que fue una prolongación de lo que llegaría a los 3 minutos, con el primer gol ante Defensores de Belgrano. Y no pararía de rugir el estadio, con tres goles en 25 minutos, obra de Maximiliano Comba y de Pablo Vegetti por dos.
La noche celeste se iluminó más todavía por los deslumbrantes fuego artificiales del “Minuto 68″, empañados en parte por algunos hinchas que se propasaron y obligaron a la interrupción momentánea del encuentro por estar trepados al alambrado.