Los disturbios raciales por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía en Minneapolis se extendieron hasta este sábado por la madrugada por ciudades de todo Estados Unidos, con incendios, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios.
En Minneapolis, cientos de manifestantes desafiaron el toque de queda impuesto y, como en las últimas tres noches, repitieron esta madrugada los incendios, actos de vandalismo y saqueos de comercios.
Uno de los epicentros de las protestas fue la comisaría del Quinto Distrito, después de que en la noche del jueves incendiaran el edificio de la comisaría del Tercer Distrito, frente al cual también se concentraron este sábado otros manifestantes, algunos de ellos arrodillados y con el puño en alto.
El origen de las protestas es la muerte del afroamericano George Floyd, de 40 años, que falleció el lunes cuando era detenido bajo la sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
En videos grabados por transeúntes se ve a uno de los cuatro agentes que participaron en la detención, y que luego fueron expulsados del cuerpo, sometiendo a Floyd en el suelo, subido sobre él y presionándole con su rodilla en el cuello durante varios minutos.
"Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor", se escucha a Floyd decir mientras agoniza.
Los disturbios de esta madrugada ocurrieron pese a llamados a la calma de líderes civiles de la comunidad afroamericana y pese a la confianza de las autoridades de que los ánimos se calmarían después de que ayer la fiscalía acusase formalmente al agente Derek Chauvin, el policía que presionaba el cuello de Floyd con su rodilla, de asesinato y homicidio imprudente.
Al expolicía, que podría ser condenado a hasta 12 años de cárcel, se le ha fijado una fianza de medio millón de dólares.
A la policía se le ha sumado también la Guardia Nacional, que ha sido activada por el gobernador de Minnesota, Tim Walz, para controlar las protestas junto a fuerzas de la patrulla estatal.
En el centro de Atlanta, en el estado de Georgia, cerca de las oficinas principales de la cadena de televisión CNN, grupos de manifestantes rompieron escaparates de comercios y se enfrentaron con los agentes antidisturbios, que los repelieron con gases lacrimógenos.
Algunos manifestantes lanzaron piedras contra el edificio de CNN e incluso lo vandalizaron con pintadas.
En medio de la confusión, varios vehículos de la policía que estaban en el lugar también fueron blanco de las piedras y otros objetos contundentes, y varios de ellos fueron incendiados.
En Los Ángeles, después de horas de protestas en las calles del centro se produjeron enfrentamientos entre la policía y grupos de manifestantes, que cerraron calles y destrozaron vehículos.
En Nueva York las protestas se centraron sobre todo en Brooklyn y Manhattan, donde al grito de "la vida de los negros importa", se produjeron también enfrentamientos con las fuerzas del orden que se saldaron con decenas de detenciones.
Las acciones más violentas tuvieron lugar en Brooklyn, donde los participantes quemaron un vehículo policial.
También en Washington, la capital, una manifestación frente a la Casa Blanca que comenzó siendo pacífica, con un acto, derivó en escaramuzas con los policías y agentes del Servicio Secreto y el lanzamiento de piedras y otros objetos contra la mansión presidencial.
Los manifestantes en más de una ocasión derribaron algunas de las barricadas instaladas frente a la Casa Blanca y la policía practicó varias detenciones.
También hubo protestas, en algunos casos también violentas, en otras ciudades.