La semana tormentosa de Talleres, con el reclamo de hinchas y socios en la Boutique a la gestión de Andrés Fassi, acicateados por lo que fue una poco convincente muestra de apoyo de la barra en el predio por la mañana; tuvo su correlato en el Kempes, por la derrota frente a Riestra 1 a 0, que complejiza más la situación.
El estentóreo “qué se vayan todos, que no quede ni uno solo”, despidió a los jugadores y al técnico Carlos Tévez, por una campaña espantosa que acarrea cinco fechas seguidas sin triunfos. Y si el Clausura terminara hoy, debería desempatar con Aldosivi para evitar el descenso.
Los jugadores, con otra muestra de impericia sobre todo por los goles imposibles que se perdieron Valentín Depietri y un Rubén Botta que no sale de su desidia, salieron bajo una lluvia de silbidos, insultos y reclamos. Complicadísimo para Talleres.
INSULTOS PARA EL PRESIDENTE DE TALLERES
En la semana Andrés Fassi reconoció que es el momento “más difícil” en sus once años al frente de Talleres. Y con la derrota frente a Riestra, se fue del palco entre insultos de socios desencajados.
Los plateístas Albiazules exteriorizaron su enojo frente a la custodia policial en el sector, cuando el presidente del club se retiraba y atronaba el cántico reclamando una reacción urgente ante el peligro de descenso.