El pasado 21 de abril, Luli Fernández y su marido, el abogado Cristian Cúneo Libarona, sufrieron un violento robo en su casa quinta de Villa de Mayo, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. Los autores del hecho fueron detenidos, pero en las últimas horas un fiscal ordenó su liberación.
Los ladrones fueron capturados en medio de un allanamiento realizado por efectivos de seguridad. En el lugar se encontraron algunas de las pertenencias que le sustrajeron a la modelo. Además, se secuestró un Ford Fiesta blanco, auto que utilizaron para cometer el delito.
Sin embargo, los dos aprehendidos recuperaron rápidamente su libertad. "Trabajamos cuatro días durante 24 horas sin parar, encontramos a los delincuentes, se los llevamos al fiscal pero los liberó", relató el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, en una entrevista radial.
Más tarde, el fiscal quiso enmendar su error: "Como se dio cuenta de que se había mandado una macana, a las dos horas hizo una orden nuevamente para detenerlos y realizar una rueda de reconocimiento, pero obviamente esos delincuentes no estaban más en el domicilio", cerró Berni.
El hecho
Los delincuentes ingresaron a la vivienda de Luli Fernández el martes 21 de abril por la tarde, y a punta de pistola, intimidaron a toda la familia. Incluso amenazaron con llevarse a su pequeño hijo.
La modelo compartió su relato en las redes sociales: "Nos hicieron tirar al piso, nos amenazaron con armas, nos dijeron que se iban a llevar a Indalecio. Nos robaron plata, los relojes. La Policía llegó enseguida, y mi imagino que en la cuarentena van a poder encontrar enseguida a dos personas que están circulando en un auto blanco", contó.
