Durante la mañana del último domingo en la zona de calle Mendoza pasando calle Maipú, un colectivo de pasajeros de la línea 404 de la Red Tulum que circulaba por ahí se estrelló contra una vivienda. Lo que sucedió fue que el conductor perdió el control del vehículo, subió a una vereda y embistió en parte un árbol de la vereda para terminar dando de lleno contra el frente de una casa. Como consecuencia, 9 de los 15 pasajeros terminaron con heridas de diferente gravedad y 7 fueron trasladados al hospital.
Una joven de 23 años que iba a bordo del colectivo como pasajera, dio detalles a Diario Huarpe de la situación vivida a bordo del 404: “Íbamos por Mendoza y faltaba una cuadra para llegar a calle Maipú cuando el chofer del colectivo se desplomó sobre el volante. Todos lo vimos y comenzamos a gritar, después nos caímos al piso. Fueron 100 metros de infierno hasta que dimos contra una casa y por fin frenamos”.
La chica del relato no quiso dar su nombre para que sus familiares no se enteraran de que estuvo en el choque. Lo que sí explicó es que es oriunda de Chimbas y que esa mañana había decidido salir a tomar unos mates a la Plaza de la Joroba, en Capital. “Iba con mi esposo y mi niña, de cinco años, para que se divirtiera en los juegos”, contó. Precisamente sobre el viaje, indicó que cuando se subió al vehículo junto a su familia vio al chofer “muy bien y lúcido”, y luego agregó: “Hasta charlé unos segundos con él porque nos faltaba saldo en una de las SUBE que llevábamos y él me dijo que todo bien que nos esperaba para pagar. El chofer se veía bien”.
“Era todo normal hasta que el chofer se desplomó sobre el volante. Todos nos desesperamos. El micro empezó a andar sin rumbo”, aseveró. Luego, el pánico se apoderó de los pasajeros y el hombre que venía hablando con el chofer lo tocó: “Parece que el hombre pensaba que el chofer había muerto”, añadió. Éste fue el hombre que pudo correr un poco el cuerpo del colectivero para poder tomar el control del volante, y si bien el vehículo ya venía descontrolado, terminó chocando contra dos autos que estaban estacionados en la banquina, para luego impactar contra un contenedor y dar finalmente contra una casa en la que funciona un comercio.
“Cuando el colectivo por fin se frenó, ya casi todos los pasajeros estábamos en el piso porque nos fuimos cayendo de nuestros asientos, estábamos en el pasillo del medio. Yo lo único que pensaba es que mi hija estuviera bien”, recordó la chica que contó su testimonio. Luego, agregó que “bajamos y nos sentamos en el cordón de la vereda de enfrente, miramos que nuestra hija se encuentre bien y cuando pasamos un poco los nervios nos fuimos de allí, no queríamos que mi niña estuviera en ese lugar”. Por último, sostuvo que al chofer lo veía “como mareado, pero parecía consciente” y que “también vimos a varios pasajeros lastimados, había una chica con un embarazo avanzado, espero que ella y el bebé se encuentren bien”.
Sobre los heridos del colectivo 404 de la empresa Albardón, se sabe que de un total de 15 pasajeros, de nueve tuvieron heridas de diferente consideración y siete de estos heridos fueron atendidos en el hospital Rawson. Desde ese nosocomio indicaron que se encuentran fuera de peligro.