No hay edad para aprender y Raúl González, vecino de Salta, lo tiene muy presente. A sus 24 años, motivado por sus hijos, decidió comenzar el colegio primario y saldar esta deuda pendiente. El joven asiste a clases en el núcleo educativo Nº 7030 de Misión Wichí.
Este desafío para Raúl comenzó durante la pandemia, y actualmente se encuentra cruzando el primer módulo del segundo ciclo, que equivale a 4° y 5° grado. El aplicado estudiante contó que cuando era chico tuvo que dejar la escuela por cuestiones económicas.
El alumno vive en una comunidad originaria y periférica de Rivadavia Banda Sur, pero esto no impide que cumpla con sus responsabilidades, y sin buscarlo, se transformó en inspiración para muchos: nunca es tarde para cumplir sueños, en este caso culminar con el proceso de alfabetización.
El jefe de familia, comentó también que en sus ratos libres se dedica a la pesca y realiza trabajos ocasionales para subsistir; pero esto no le impide prepararse con entusiasmo cada día para ir a la escuela en turno vespertino.
Las ganas y el esfuerzo de Raúl por aprender y superarse son valorados por todo su entorno, a tal punto que la directora de la institución a la que asiste, Francisca Juárez, destaca el interés y la fuerza de voluntad que el joven pone cada día para aprender.
“Cuando tiene un trabajo para hacer y no puede asistir a clases, viene hasta la escuela, nos avisa que no va a poder venir y nos pide la tarea para hacer en casa. Es importante resaltar esta actitud, ese interés que demuestra día a día para crecer”, remarcó Juárez. De esta manera, sin buscarlo, Raúl se transformó en inspiración para muchos.