Este viernes el Instituto de Conservación de Ballenas identificó a uno de los 30 cetáceos que murieron durante la marea roja en las costas de Península Valdés. Se trata de una hembra adulta que fue descubierta en 1972 y hacía más de 30 años que no habían noticias de ella.
Los guardafuanas de “El Doradillo” avisaron el pasado 2 de octubre que había una ballena muerta en la playa Casino. Cuando los especialistas comenzar a analizar el caso, se dieron cuenta que los resultados de la búsqueda mostraron coincidencias con la ballena 212 de la foto del catálogo.
Al otro día, un grupo de investigadores llegó a la zona para tomar registros, medidas y examinar a la ballena muerta. Lograron excavar el canto rodado de la playa para visualizar el lado izquierdo del patrón de callosidades. De esta manera, pudieron confirmar que efectivamente se trataba del cetáceo 212 del catálogo de fotoidentifiación.
La historia de la hembra que fue identificada por el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB)
Entre 1897 y 1990 fue la última vez que fotografiaron a la ballena junto a sus dos crías. Después los investigadores no tuvieron información sobre esta hembra, pero este año lamentablemente volvió a aparecer pero sin vida como consecuencia de la floración algal nociva de septiembre y octubre.
Según pudo saber ADNSUR, hay 4.100 ballenas identificadas en los registros, las cuales remontan a 1971. Por su parte, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) publicó que la investigadora Vicky Rowntree estudió la población de las ballenas durante cinco décadas.
“La ballena 212 era una hembra adulta que registramos apenas un año después de iniciado este programa científico en 1972. Luego volvimos a fotografiarla en 1987 junto a su primera cría de la que tenemos registro: capturamos una hermosa secuencia de fotos de la ballena 212 saltando cerca de su cría”, expresó la profesional.
Luego, agregó que ese año, también detectaron que tenía una gran herida en el lado derecho de su lomo. “En 1990 volvimos a fotografiarla junto a otra cría que fue incorporada en el catálogo, siendo éste el último registro que obtuvimos de ella”, dijo Rowntree.
La primera foto de esta ballena fue revelada en blanco y negro y se encuentra impresa en el primer catálogo que fue realizado por Rowntree, Roger Payne y colaboradores en los años ‘70.