A un mes del hallazgo del cuerpo de una beba prematura dentro de un lavarropas en Paraná, la Justicia sigue investigando para determinar quién o quienes son los culpables ya que la beba murió desangrada por no recibir la asistencia correspondiente.
Las versiones de los padres se contraponen: Jonathan Weisheim, que está imputado, sostiene que no estaba al tanto del embarazo ni de lo que sucedía en el baño, mientras que Florencia Yedro, declaró que el joven la obligó a parir en esas circunstancias, según detalla UNO.
A las declaraciones de ambos se suman indicios de la investigación que apuntan a que ambos quisieron ocultar el embarazo y el parto pero que todo se complicó cuando la joven se descompensó.
Yadra sigue en estado delicado en el Hospital San Martín pero logró declarar ante el fiscal Franco Bongiovanni el miércoles pasado. El testimonio fue por escrito y realizado con ayuda de sus defensores María Fernanda Vázquez Pinasco y Humberto Franchi.
En su testimonio, la joven de 25 años señaló que fue víctima de violencia por parte de Weisheim y que ocultó el embarazo siendo obligada a parir en esas condiciones. Esto contradice al hombre que aseguró no estar al tanto del embarazo y hasta puso en duda la paternidad.
El embarazo habría sido no deseado, razón por la cual los familiares de ambos no estaban al tanto de lo que pasaba. Además, las pericias realizadas en el celular de la mujer notificó que habían estado buscando información sobre partos domiciliarios.
Aún resta conocer los resultados que se realizaron sobre el cuerpo de la beba y los tegidos de Yedro para saber si el parto fue espontáneo o provocado. Lo mismo ocurre con los análisis de ADN y el rastreo de las cámaras de seguridad.
Weisheim, es el único acusado hasta el momento, podría afrontar la pena de cadena perpétua por homicidio agravado por el vínculo. El joven permanecerá detenido hasta febrero ya que se otorgó una prórroga de 60 días de prisión domiciliaria.
