Una mañana de terror se vivió en Rusia después de que un hombre asesina a sangre fría a trece personas en una escuela de la ciudad de Izhevsk, de la república del oeste de los Urales. El asesino disparó de forma indiscriminada y mató a siete niños, según informaron medios locales.
El hombre vestía una remera con una esvástica y un pasamontañas al momento de interrumpir en la escuela y comenzó a disparar. Una vez que terminó con su plan, decidió quitarse la vida antes de que sea aprendido por la policía.
El tirador fue identificado como Artiom Kazántsev, nacido en 1988 y exalumno de la misma escuela, según el Comité de Investigación de Izhevsk.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, repudió de inmediato el ataque, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “Noticias trágicas vienen de Izhevsk. El presidente Putin lamenta profundamente la muerte de adultos y niños en un atentado terrorista en una escuela”, dijo Peskov.
La policía realizó un allanamiento en el domicilio del atacante e investigó sus conexiones y su credo, en particular su posible adhesión a la ideología neonazi. Según la Guardia Nacional, cerca del cuerpo del tirador fueron halladas dos pistolas no letales reacondicionadas para municiones reales, así como cargadores vacíos y llenos de cartuchos.
Udmurtia es una de las 21 repúblicas que integran la Federación Rusa, junto a otros distritos autónomos. El gobernador de la región, Alexander Brechalov, calificó el suceso de “tragedia” y apuntó que entre los muertos figura un guardia de seguridad, según recogió la agencia rusa de noticias Interfax, citada por Europa Press.
Con información de Télam.