Es un 2022 espectacular para los clubes de Córdoba, y transitan por la etapa de definiciones que puede convertir al año en todavía mejor, por no decir insuperable. Belgrano ya consumó su regreso triunfal a Primera, como campeón. Talleres accedió a semifinales de la Copa Argentina y le apunta al título y a ingresar una vez más a la competencia internacional. Instituto se entusiasma con sacar el segundo boleto a Liga Profesional y volver a ser habitante de Primera.
En cada una de las campañas sobresalen intérpretes, y abundan. Pero por el tipo de juego, se destacan nítidamente los tres volantes encargados de la creación en cada equipo. Que además se emparentan por ser productos genuinos del fútbol cordobés, e imponen su fútbol en tiempos flacos de enganches.
Rodrigo Garro, más allá de ser nacido en La Pampa, creció y se moldeó en La Agustina, y encontró el punto de maduración en Talleres, figura en los últimos partidos y autor de goles para poner en un cuadro. Bruno Zapelli, el distinto de Belgrano, le puso su impronta a un sólido e indiscutido campeón. Y Franco Watson se ganó el lugar con su frescura y poder de definición, para sostener a Instituto arriba.
Los tres “10″, con altas calificaciones, y en muy buen momento en lo personal y también a nivel colectivo. Los hinchas los aplauden, los valoran, se identifican con sus propuestas... y votan por ellos. ¿Cuál es mejor volante creativo del fútbol cordobés?
Garro le cambió la cara a Talleres
Rodrigo Garro (24) se incorporó a Talleres en este 2022, proveniente de Instituto, donde debutó en 2018. Disputó 60 partidos, anotó siete goles y dio siete asistencias. El club de barrio Jardín compró el 60 por ciento su ficha, con contrato hasta el 31 de diciembre de 2025.
Su carta de presentación fue un gol en el clásico de verano contra Belgrano. Una lesión lo sacó de escena cuando los hinchas de Talleres ya lo distinguían, y se perdió gran parte de la histórica participación en Copa Libertadores. Reapareció a puro esplendor contra Vélez, por cuartos de final de ida, con un soberbio gol. Y vendrían más.
Un tiro libre magistral en la victoria sobre Argentinos Juniors, doblete mágico contra Colón, para ser el dueño de las pelotas paradas en Talleres, por la calidad de su pegada. Panorama y toque sutil. Más que garra, un guante en el pie izquierdo.
Zapelli, el toque distinto del Belgrano campeón
Desde su aparición en el primer equipo en 2020, Bruno Zapelli (20) pasea su pinta de crack en Belgrano. El puesto, el 10, ser nacido en Carlos Paz, lo emparentó de inmediato con Franco el Mudo Vázquez. Con 20 años y aún alternando como titular, el distinto en un equipo que concretó un campañón.
Autor de dos tantos en el torneo, contra Gimnasia de Mendoza y Almagro, su aporte pasó más por el pase gol, por el ojo de la cerradura. En el inicio del torneo compartiendo la responsabilidad de crear con Mariano Miño, y después con Diego Gurí García, pero siempre dispuesto a pedirla y darle destino seguro. Llamado a ser el dueño de la pelota.
Parte de su formación la hizo en el Villarreal español por dos años, pudo haber sido de Boca y Talleres lo quiso. Ahora Zapelli es de los más cotizados, y aunque su contrato es hasta final del 2024, las ofertas incluso del fútbol de Europa, no tardarán en presentarse.
Franco Watson, entre habilidad y definición
Proviene de una familia con linaje futbolero. De apellido inglés y fútbol criollo. Franco Watson, de apenas 20 años, apareció entre los titulares e Instituto enderezo su marcha para ser protagonista de la Primera Nacional, candidato serio al otro ascenso disponible.
Franco, hijo de Sergio, recordado wing de Juniors; asomaba para ser la cuota de imaginación en un equipo Albirrojo directo y ofensivo. No estuvo desde el principio, tardó en acoplarse, pero con el regreso de su hermano Nicolás al plantel (tras un préstamo en Brasil), entró y no dejó su lugar. Tres goles en el torneo, contra Chaco For Ever, San Martín de San Juan y el último para la victoria sobre Temperley; y cinco en total con la Albirroja. Un modo desfachatado para jugar, y también profundidad para llegar al área y concretar.
Si bien hace varios partidos que está de titular, la tribuna lo reclama cuando se necesita una cuota de movimiento y descaro. El Watson que siempre está donde tiene que estar, que destaca por su habilidad y que, partido tras partido, demuestra su pasión por los colores que viste.