Valentina Moya tiene 17 años y juega su primer Mundial de Voley con Las Panteritas. En diálogo con Vía Córdoba, mostró su alegría por representar a la Argentina, pero confesó que “La Selección no es un camino de rosas”. La joven también enfatizó sobre el sacrificio para llegar a donde está ahora.
“No es un camino de rosas. Para llegar, hay que dejar un montón de cosas de lado como los amigos, la familia y el colegio”, enumeró Moya. Este es uno de los ejemplos de deportistas profesionales que se esfuerzan por alcanzar sus sueños.
En ese trayecto de desafíos, Valentina confesó: “Muchas veces te hace mal a la cabeza por presiones, ansiedades, por querer quedar para el Mundial, competir por un puesto, jugar bien o mal, saber las cosas que tenes que hacer, qué decir y qué no”.
“Son muchos factores que pasan por la cabeza de una persona que puede pasar por muchas frustraciones”, manifestó la deportista. Sin embargo, ella no se arrepiente de lo transitado y quiso contar su experiencia para aquellas personas que buscan el sueño de representar los colores de Argentina.
ARMAR LOS BOLSOS E IRSE DE CÓRDOBA DEJANDO LA FAMILIA
En abril de este año, Valentina armó los bolsos y se mudó a Buenos Aires para defender la camiseta de Estudiantes de La Plata. Previamente en Córdoba, ella estuvo en el Club Unión Eléctrica y Municipalidad.
El proceso de desarraigo no es fácil y confesó que dejar a su familia y amigas en Córdoba fueron “las dos cosas más fuertes” que quedaron en la capital. Luego, detalló cómo transita su vida en Buenos Aires.
“Es algo muy nuevo. Es la primera vez que me vengo a vivir sola y me tengo que hacer sola. Son etapas de la madurez donde aprendes a cómo hablar con ciertas personas, cómo enfrentar casos que se te presentan, entre otras cosas”, indicó Valentina.
Y se centró en las primeras noches que fueron “duras” porque “se extraña mucho”. Pero su sueño es el motor que la ayuda a seguir. “Desde chica digo de venir a Buenos Aires y luego ir a Europa para poder jugar al vóley”, reflexionó.
En paralelo, sabe que quiere estudiar algo porque le gustaría vivir del vóley, pero es consciente que “no es tan fuerte como otros deportes”, según manifestó. “Siempre me va a gustar el vóley, pero quizás lo dejo cuando llegue a cierta edad o por una grave lesión. Tengo que tener una carrera para la vida”, destacó.
EL PROGRESO DEL VÓLEY EN ARGENTINA
En este marco, se refirió al progreso del deporte a nivel general dentro de Argentina. ”El masculino y el femenino son distintos pero tienen la misma cobertura”, dijo en primera instancia. Aunque estima que los encuentros masculinos son más televisados que los femeninos.
Sin cifras exactas, Moya reconoció que el salario no es el mismo, como sucede en la mayoría de los deportes en Argentina. Sin embargo, destacó que la rama femenina está creciendo y se le da más importancia en cuanto a “viajes, torneos, partidos, vestimenta, sponsors”.
UN MENSAJE PARA LAS PERSONAS QUE SUEÑAN CON LLEGAR A PRIMERA EN EL DEPORTE
Por último, Valentina dejó un mensaje para niños, niñas, adolescentes y jóvenes que sueñan con llegar al nivel profesional en el deporte que sea: “Pregúntense, ¿Están haciendo todo lo posible para llegar?”.
“Si la respuesta es sí, sigan que se va a dar. Si no se da, son cosas que pasan y hay que seguir para afrontar la situaciones que se puedan dar y manejar la frustración”, expresó. Además, confesó que en su momento asistió a una psicóloga deportiva. “Hay que saber pedir ayuda a alguien más”, concluyó.