El hecho produjo indignación cuando Candelaria Sturniolo, una joven discapacitada, denunció que le abrieron su automóvil para robarle la rueda de auxilio, y se llevaron la silla de ruedas. Hecha a medida y con un valor de 140 mil pesos.
Este viernes Candelaria dio a conocer que apareció la silla “sana y salva” y que se la devolvieron. “Me llamaron al mediodía. La persona que se la llevó en el día de ayer manifestó que la vio tirada y por eso la cargó en su auto. Por toda la movida en las redes se dio cuenta que la necesitaba y llamó para devolverla”, relató.
El jueves se había quejado amargamente: “Para qué carajos querés una silla. Vos la vendés a dos mangos y a mí me cagás la vida”. Y añadió: “Las sensaciones que tengo son muy difíciles de explicar. Desde angustia, enojo, odio, resignación.. todo junto”.
Candelaria padece una discapacidad motriz y se volvió una referente en la cuestión de no ponerse límites. Viajó por todo el mundo, recorriendo 20 países. La silla que le habían llevado es una Ottobock de aluminio, con las ruedas desmontables.