La tecnología y la ciencia detrás del semen sexado se desarrollaron en el año 1970, sin embargo, la primer cría nacida como resultado de una fertilización in Vitro realizada con semen sexado ocurrió en 1992 en Cambridge, Inglaterra. Varios años más tarde, los investigadores de la Universidad de Colorado State produjeron la primera cría nacida por inseminación artificial con semen sexado. Diez años atrás, numerosas empresas desarrollaron su propia línea de semen sexado y permitieron que la tecnología estuviera disponible para su comercialización.
Cuando se ofreció el producto al mercado, los costos eran muy altos para algunos productores. Ahora, al haber más compañías ofreciendo esta tecnología, los precios bajaron y esto permitió que muchos productores hagan uso de la tecnología en sus rodeos. Sin embargo, la producción de semen sexado cuesta tres veces más que el semen convencional; por lo tanto se eligen solo unos pocos toros selectos de cada raza para llevar a cabo el procedimiento.
Durante el proceso de fertilización, el género de la cría se determina por los cromosomas de las células espermáticas o cromosomas Y. El proceso de selección de semen con cromosomas X e Y que contenga el esperma incluye un citómetro de flujo, que utiliza luces láser y DYES tintes fluorescentes para determinar la diferencia en el contenido de ADN en el esperma.
Una vez que el semen se diluye a una concentración baja, las células quedan teñidas con el tinte fluorescente y luego enviadas al citómetro de flujo a 60 mph a una presión de 40-60 psi. A medida que las células espermáticas atraviesan un rayo láser interno, el tinte se remarca. Debido a que el cromosoma X tiene más material ADN, el cromosoma X (femenino) emitirá un poco más de tinte que los Y (masculino). Los detectores miden la cantidad de luz emitida de cada esperma y le asignan una carga positiva o negativa a cada célula. Como el semen fluye a través del citómetro, el grupo se separa en tres; las células de carga positiva con cromosoma Y van para un lado, las células de carga negativa con cromosoma X a otro lado, y las células sin carga con cromosomas múltiples o indeterminados pasan derecho y se convierten en material de desecho. Se procede entonces a recoger y posteriormente congelar el esperma.
El procedimiento es extremadamente exacto con aproximadamente 90% de preñeces del sexo elegido. Sin embargo, el correcto manejo de semen es esencial para que la fertilidad sea óptima. El proceso por lo general reduce la tasa global de concepción al 70-80% de aquella que se logra con semen tradicional congelado.
A fin de maximizar la eficacia del producto, se debe manejar bien a las vaquillonas vírgenes y estas deben tener intervalos normales en sus ciclos antes de servirlas con semen sexado.