En medio de la escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán, en el país persa miles de personas salieron a la calle a protestar contra su gobierno, que negó durante tres días haber derribado el avión ucraniano en que viajaban 176 personas, hasta que admitió este sábado que fue un "error".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en farsi mostrando su apoyo a las manifestaciones y exigiendo que las protestas no sean reprimidas.
"Al pueblo valiente de Irán, que lleva tanto tiempo sufriendo: he estado de su lado desde el comienzo de mi Presidencia, y mi Gobierno seguirá respaldándoles. Estamos siguiendo de cerca sus protestas, y su valentía nos inspira", escribió Trump en Twitter.
Luego, realizó una advertencia recordando las manifestaciones por la subida del precio de la nafta que en noviembre dejaron un saldo de 304 muertos, miles de heridos y el corte de internet durante seis días que evitó el contacto con el exterior, según Amnistía Internacional.
"El Gobierno de Irán debe permitir que los grupos de derechos humanos supervisen e informen sobre el terreno sobre las protestas del pueblo iraní. No puede haber otra masacre de manifestantes pacíficos, ni un corte de Internet. El mundo está observándolos", escribió Trump en Twitter.
Al admitir este sábado que derribó el avión, Irán atribuyó el suceso a "un error humano", al confundirlo con un misil de crucero debido a la situación de alerta constante por la escalada de la tensión con Estados Unidos tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní.
Irán es una república constitucional que sigue los preceptos del islam shii. La autoridad de su gobierno se divide entre el Líder Supremo o Jefe de Estado, cargo en que se encuentra Alí Jamenei desde 1989. Por debajo se encuentra el jefe de Gobierno, cabeza del Poder Ejecutivo, que ocupa Hasan Rohani desde 2013.
