La Dirección de Migraciones informó que desde el 2016 a la fecha se radicaron en San Juan 228 venezolanos. Todos llegaron impulsados por la crisis económica y social que atraviesa el país sudaméricano. En la mayor parte de los casos los padres de familia vienen primero y luego cuando consiguen trabajo traen a sus familiares.
El movimiento migratorio arrancó en el 2016, año en el que llegaron a San Juan ocho venezolanos. En el 2017 el número se elevó a 80 y en lo que va del 2018 ingresaron 140, sumando un total de 228 personas según publicó Diario de Cuyo. El director de Migraciones, Enrique Delgado, dijo: "Hasta antes del 2016, los dos flujos migratorios principales que ingresaban a la provincia estaban conformados por bolivianos, en primer lugar, y chilenos en segundo lugar. Pero este panorama cambió. Ahora en primer lugar están los venezolanos a la par con los bolivianos, y luego siguen los chilenos".
Además de venezolanos, también se radicaron en San Juan refugiados sirios. Mustafá Ali y Cefin fueron los primeros que llegaron a la provincia en septiembre pasado. Fueron ayudados por una iglesia evangélica y consiguieron trabajo casi inmediatamente. Los sirios se radicaron en Pocito, contaron que se sintieron muy contenidos y que la gente los ayuda mucho con el idioma.
No se descarta que lleguen más refugiados sirios como así también venezolanos, que se adaptan muy bien al clima y a la sociedad sanjuanina. Si bien la situación económica no está en su mejor momento, gracias a la solidaridad de la gente han podido mantenerse y sacar adelante a sus familias. La inserción escolar no ha generado dificultades, de acuerdo a los datos del Ministerio de Educación.