Abre la muestra “Iwelas” de Alberto Elicetche

Con 28 obras, el artista muestra la vida de las comunidades aborígenes del Norte, en Pro Cultura Salta.

Abre la muestra “Iwelas” de Alberto Elicetche
El artista vivió durante años en el Norte, conociendo a las comunidades aborígenes.

La palabra “Iwelas” significa “lunas” en wichí, y es el nombre que decidió el artista Alberto Elicetche para su nueva muestra. Las 28 obras, incluyendo un tríptico, representan aspectos ocultos de las nueve etnias de aborígenes del Norte, desde chaquenses a guaraníes, con quienes tomó contacto estrecho durante la creación del Museo del Petróleo Rodolfo Parodi Bustos, de Campamento Vespucio, en el departamento General José de San Martín.

Como cuenta el artista en diálogo con El Tribuno, eligió el título de la muestra porque “la luna intervino en muchísimos de estos dibujos”. Su exposición puede visitarse hasta el 30 de abril, entre las 17 y las 22 en la sala Dakak de Pro Cultura Salta (Bartolomé Mitre 331).

La “Perica” (una amiga de Elicetche) y el diablito chamuyero.
La “Perica” (una amiga de Elicetche) y el diablito chamuyero.

Los dibujos fueron realizados entre el 2019 y 2020, época en la que volvió a residir en Salta tras haber afincado diez años en el Norte. Además, durante su jubilación luego de 43 años de servicio. Elicetche retrató la vida en comunidad, tras meterse en las mismas y conociendo a la gente del lugar. En el Norte hay muchos indígenas wichís mendicantes, quienes piden frente a las panaderías y carnicerías para recibir algo de comida; pero en su obra puede verse la otra visión del aborigen, el que vive en comunidad y que cada día crece su preocupación porque les roban el monte.

El artista vivió durante años en el Norte, conociendo a las comunidades aborígenes.
El artista vivió durante años en el Norte, conociendo a las comunidades aborígenes.

Como explica Elicetche, cuando se quedan sin sustento deben migrar a las ciudades, pero en el monte son alegres, divertidos; cazan, pescan y recolectan la fruta de los árboles. Además, todos trabajan y reciben porque nada es propio, todo depende del cacique.

Las imágenes del artista son expresivas, con una gran gestualidad propia que se lee desprovista de adornos, y retratan a las niñas trayendo el chaguar para hacer la yisca, los niños con hondas y tramperas, la fieste del arete guaso y sus personajes, y las mujeres grávidas con sus hijos en torno. Resalta también la juventud y el género de la cacique de la comunidad: cuando alguien puede llevar la comunidad, es elegida, sin importar si es hombre o mujer; no es algo que se herede de padre o madre a sus hijos.

Aborígenes, en el rol de mendicantes que les toca en la ciudad.
Aborígenes, en el rol de mendicantes que les toca en la ciudad.