Una situación de los más violenta, injustificada y que podría haber sido una verdadera tragedia fue lo que sucedió en un colegio de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.
A raíz de lo sucedido, con imágenes impactantes que se viralizaron, las clases fueron suspendidas por dos semanas. Mientras tanto, la institución educativa, Doctor Sallarés de Florencio Varela, intenta dar explicaciones de lo sucedido.
La escuela, una institución privada que cuenta con más de 2.000 alumnos, debió decidir que los tres chicos implicados en el hecho, continuarán teniendo clases de manera virtual y con acompañamiento psicológico.
Qué fue lo que sucedió en la escuela de Florencio Varela
Un alumno del nivel de quinto año de la escuela Doctor Sallarés, fue a clases con un arma Bersa calibre 22 para, a posteriori, simular el fusilamiento de sus compañeros.
Según comentaron las autoridades de la institución, el arma utilizada era una réplica. La preocupación, como era de esperarse, también se trasladó a los padres de los estudiantes y el asesor legal del instituto les solicitó que borraran los archivos.
En los videos y fotos que se viralizaron, se pueden ver varias secuencias. La primera de ella es la del alumno que llevó el arma falsa, donde se lo ve en un video simulando cargarla.
Las otras fotos muestran a tres compañeros distintos. Uno de ellos, con el arma en la boca. Otra chica con la pistola frente a su cara y una tercera imagen del alumno poseedor del arma, que le apunta a un compañero, arrodillado, que tiene el revólver sobre su nuca.
Al mismo tiempo, circuló en redes sociales la imagen de una bala, que luego se constató que era real.
Qué dijeron las autoridades del colegio
Ya adelantaron en diálogo con TN que los alumnos no serán sancionados. Al mismo tiempo, el asesor legal de la institución, Ignacio Ferrandi, explicó que las imágenes fueron captadas tanto dentro como fuera del colegio.
También se especificó que los alumnos involucrados seguirán teniendo clases, pero lo harán de manera virtual y con acompañamiento psicológico.
El asesor legal expresó: “Lo primero que hicimos fue identificar a los alumnos que son todos menores. Hablamos con ellos y con sus familias y tratamos de entender en qué momento ocurrió. Me miraron a la cara, se quebraron, se pusieron a llorar y pidieron perdón. Nos dijeron que para ellos fue un juego”.
Finalmente, agregó que lo sucedido “es un reflejo de lo que se vive a diario. Un psicólogo nos explicará si hay un perfil violento”, en relación con la situación de violencia que se percibe en las escuelas.
