Miles de personas marcharon este domingo en más de 100 ciudades del país en contra de la ley de despenalización del aborto, que se debate en el Congreso de la Nación, bajo la consigna "Salvamos las dos vidas".
El acto principal, convocado por organizaciones que rechazan la interrupción voluntaria del embarazo, se realizó en la ciudad de Buenos Aires, desde Plaza de Mayo hasta el Congreso.
En Misiones también hubo varias localidades que se adhirieron a la marcha, entre ellas Eldorado y Alem.
La movilización más numerosa se llevó a cabo en la localidad de Santa Rita, donde más de diez mil personas se juntaron desde bien temprano en la plaza 9 de Julio.
La marcha estuvo integrada por cientos de peregrinos devotos a Santa Rita, que realizaron su tradicional procesión hacia su casa en la parroquia. A medida que fueron avanzando, se fue sumando más gente, hasta que las calles quedaron colmadas por una multitud, según publicó Misiones Online.
Durante la misa central, el monseñor Juan Rubén Martínez pidió "defender el valor de la vida" desde su concepción.
"Este es el pedido de que toda vida vale. ¿Cómo es posible que en el siglo XXI, donde hablamos tanto de los derechos humanos, de pronto están de acuerdo con el aborto? Es impresionante, es sorprendente. Cuando no hay dudas de que hay vida humana desde el óvulo fecundado, desde la concepción; ¿qué argumentos pueden tenerse para poder decir 'esa vida no vale'? ¿Quién tiene derecho a decir eso? ¿Una ley? ¿El Estado? ¡Menos una madre! ¡Nadie puede decir esa vida no vale!", expresó el sacerdote.
"Queremos pedirle a Santa Rita que interceda, ella fue madre también, que interceda ante Dios por el valor de la vida humana. En estos días tenemos que debatir esto, si algunas vidas valen y otras no valen. En esta Eucaristía también el Pueblo de Dios, los que estamos acá, tantísimos, la gente sencilla de corazón, tiene esta sabiduría del pueblo porque sabe que en la madre que esta embarazada hay un niño. Por eso queremos pedirle a Santa Rita que interceda por nuestra Patria y pueda entenderse desde la pequeñez, desde la sabiduría y la sencillez que creemos que las dos vidas, la de la madre, que hay que cuidarla, y la de los niños, valen. Que el Espíritu Santo siga obrando en nosotros, el pueblo de Dios, en la tarea evangelizadora que podamos anunciarlo a Jesús, al Señor, en este tiempo que lo necesita. Él, que es la buena noticia, y que esta buena noticia sea que creamos en la vida y sobre todo en la vida de los niños por nacer", concluyó.