Diferentes legisladores de la oposición denunciaron a los jueces que tomaron la decisión de anular la causa por las presuntas “defraudaciones reiteradas” del puntero Julio “Chocolate” Rigau, quien habría tenido como modalidad utilizar 48 tarjetas de débito de la Cámara de Diputados bonaerense.
La denuncia fue presentada por legisladores de Juntos por el Cambio (JxC), Ricardo López Murphy, Javier Iguacel y María Eugenia Talerico contra los magistrados Juan Alberto Benavides y Alejandro Gustavo Villordo.
Los dirigentes de JxC pidieron que se les abra una denuncia penal a los jueces y se les inicie un proceso para removerlos de sus cargos. Ambos integran la Cámara de Apelaciones y Garantías de lo Penal de La Plata.
Los jueces en cuestión hicieron un habeas corpus en defensa de “Chocolate” Rigau, dejándolo en libertad y planteando como nulo el punto de inicio de la investigación, por lo tanto, la causa en sí.
Un tercer magistrado que integra el tribunal, Fernando Mateos, votó en contra de la decisión de dejar en libertad a Rigau y aseguró que el caso provocó “estrépito social, desconcierto y descrédito para el común de la gente”.
Qué argumento dieron los jueces para anular la causa contra “Chocolate” Rigau
Según los propios magistrados, la causa quedaría nula debido a que la requisa que le realizó la Policía a Rigau fue ilegal, lo que invalida todo lo que vino después en el expediente.
Y es que “Chocolate” fue interceptado en un cajero automático en el momento en el que sacaba dinero de 49 tarjetas de débito, por un total de $1.260.000.
Lo que sostienen para afirmar la nulidad de la causa es que los jueces son los únicos habilitados a ordenar requisas y solo las fuerzas de seguridad pueden llevarlas a cabo cuando existe una “sospecha razonada o causa probable” de un potencial delito. Lo que argumentan los jueces en cuestión es que esa “sospecha razonada” no existía, porque Rigau solo habría estado sacando plata de un cajero.
La detención de Rigau se había dado en una sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires, cuando un cliente alertó a la Policía que una persona estaba mucho tiempo parada frente a uno de los cajeros automáticos. En ese momento lo requisaron y constataron la cantidad de dinero y tarjetas que llevaba consigo.
Entre los titulares de las tarjetas había personas de disímiles edades y vecinos de la zona de La Plata y alrededores.