Hace un año, miles de hinchas de Godoy Cruz acompañaban los restos de Julio Roque Pérez, el “Loco Julio”, aquel que desafió su destino donando un premio ganado en la Lotería para que su club, el “Tomba”, construyera una tribuna en el estadio Feliciano Gambarte, la misma que hoy lleva su nombre.
Ese golpe de suerte, en plena realidad de humildad y necesidades, podría haber cambiado su vida, pero “Godoy Cruz es mi familia”, dijo en más de una oportunidad y así, desde aquella juventud donde un premio le había marcado la posibilidad de un nuevo camino, él “Loco” desafió el destino y entregó aquella suma de dinero: “No se cuánta plata había”, a la dirigencia de su amado club.
“Una tribuna de la cancha y las luces son mías; eso lo hicieron con la plata que yo gané”, sentenció en una entrevista a Diario Los Andes. Ese era su orgullo, ver brillar a su club.
Su imagen recorre los barrios, los murallones de la ciudad de Godoy Cruz, coloridos y con mensajes que solo pueden describir aquellos que en su interior, hicieron flamear la bandera del club de sus amores, en alguna calle, en la popular. Y así era y será el “Loco Julio”, el hincha número 1 de su amado “Tomba”, a quien le entregó todo, hasta su vida.
Julio Roque Pérez nació el 21 de febrero de 1940 en Ingeniero Giagnoni, departamento de Junín. Cuando tenía 12 años su familia se trasladó al departamento de Godoy Cruz y fue cuando comenzó a entregarle la vida al club, ya que por venas corría sangre tombina. Su padre vistió los colores del Expreso cuando el club disputaba sus partidos en la calle Castelli y Las Heras.
El “Loco Julio” no se fue
Cuando la pandemia de Covid-19 golpeaba al mundo, el “Loco Julio” luchaba por su vida en un hospital por una insuficiencia pulmonar que terminó con su vida a los 80 años.
Y nada importó para los hinchas, coparon las calles y agolpados sobre el coche fúnebre le daban la última caricia al “Loco” a quien envolvieron entre banderas y el calor de los cantos de la popular.
Inmortalizado
Su presencia ya había sido inmortalizada en el 2016 cuando el club colocó una estatua en el Feliciano Gambarte, ese mismo estadio donde protagonizó un hecho histórico.
En tanto, la comuna de Godoy Cruz inauguró el “Bulevar Julio Roque Pérez” sobre la calle Balcarce, cuando el “Loco Julio” cumplió sus 73 años y recibió emocionado el homenaje en vida.
Paró el partido contra el Santos de Pelé
En 1 de marzo de 1964 Godoy Cruz enfrentaba al Santo de Pelé. La derrota se consumaba para el equipo de Brasil 3-2 y fue cuando el “Loco Julio” saltó al capo de juego y muy enojado con el árbitro, lo empujó.
Así era, su pasión. Su vida era Godoy Cruz y lo iba a defender en las buenas y en las malas. Locura, no. Solo pasión que Julio Roque Pérez consideró su vida.