Un ránking que se dedica a clasificar a los países según su situación impositiva y económica en general, no dejó bien posicionada a la Argentina, que termina ocupando el tercer puesto en cuanto a la mayor presión tributaria.
Pero, un dato a agregar que le suma mayor preocupación a la situación, es que este ránking define con la categoría “infierno fiscal” a aquellos países que tienen los mencionados impuestos altos y que además cuentan con muy poca seguridad jurídica, tales los casos de Venezuela, Bolivia y Argentina.
La publicación del informe, a cargo de la organización The 1841 Foundation, catalogó a nuestro país con una calificación de 10 puntos de riesgo en el sistema tributario.
El primer puesto lo obtuvo Bielorrusia, convirtiéndose en el máximo “infierno fiscal”, según el informe. El segundo puesto, Venezuela. Y en tercer lugar, Argentina.
El poco célebre top 10 del ránking lo completan: Rusia (4°); Ucrania (5°); Nicaragua (6°); Bolivia (7°); Bosnia y Herzegovina (8°); Haití (9°); Honduras (10°).
“Si bien la presión fiscal es la variable que carga el mayor peso, creemos que un infierno fiscal no refleja únicamente un país con altos impuestos, sino más bien uno cuyo estado de derecho es débil y donde los derechos a la privacidad y la propiedad no se aplican o protegen como es debido”, fueron las palabras de Martín Litwak, el abogado que preside la fundación, Martín Litwak, al dialogar con TN.
Lo cierto es que la categoría de “altos impuestos” no convierte directamente a un país en un “infierno fiscal”, dado que, al mismo tiempo, puede contar con un gobierno “de alta calidad y estabilidad económica y legal”. Ejemplos de esto pueden ser Dinamarca o la República de Irlanda.
En el otro extremo están aquellos que son considerados paraísos fiscales por su baja presión tributaria, tal los casos de las Islas Caimán, Panamá o las Bermudas.
“Se investigaron las variables económicas como la inflación, el PBI, el endeudamiento y, por otro lado, la calidad institucional del Estado”, explicó Litwak.
Y al referirse al caso argentino, especificó: “Además de que hay impuestos altos y sin ninguna lógica, hay inestabilidad y tipos de cambios que se modifican todo el tiempo”.
“La Argentina aparece en ese lugar del ranking por la falta de seguridad jurídica, tanto histórica como reciente, y una enorme voracidad fiscal. Los pagadores deben hacer un gran esfuerzo frente a impuestos superpuestos y a una enorme grado de informalidad en la economía, que hace que la porción de los que pagan sea cada vez más pequeña”, fue la explicación de Litwak frente al lugar que ocupa nuestro país.
Para la confección del ránking, se utilizó información cuantitativa, representativa del 60% del mismo, e información cualitativa, que completa el 40% restante.
A nivel cuantitativo se utilizó información suministrada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en cuanto a la presión fiscal, la influencia de la deuda externa, la inflación, entre otros datos.
En la índole cualitativa, el ránking se focalizó en la faltante de normativas puntuales para el sector privado, además de la inestabilidad política, y el grado de corrupción, entre otras.