César Luis Menotti, a quien le siguen rindiendo honores tras su muerte el pasado 5 de mayo, siempre miró a Córdoba como entrenador. sobre todo para la Selección argentina, con la que consiguió el primer título del mundo. Y ya en su etapa final como técnico, se llevó una figura del fútbol cordobés para su última campaña notoria, cuando se dio el gusto de dirigir a Rosario Central en 2002.
Cristian Pino, nacido futbolísticamente en Instituto y afianzado en Talleres, fue dirigido por Menotti. Contactado por el propio técnido. “Estábamos de pretemporada en Villa General Belgrano, y me llaman al teléfono de la recepción. Era César. Se presentó como César Luis Menotti, con su voz inconfundible, pero yo pensé que mis compañeros me estaban haciendo una broma. Sentí una gran alegría, y también muchos nervios, por semejante personalidad del fútbol”, rememoró el ex volante.
“La noticia de su muerte me pegó fuerte, como a todo el mundo del fútbol. Siento como un privilegio que me haya llamado en persona para llevarme a Central. Tuvieron que comprar un porcentaje de mi pase a Talleres, y lo hicieron con el aporte del grupo inversor en el que estaban los hijos, César Mario y Alejandro. Y fue un honor haber sido dirigido por un técnico que dejó su huella en el fútbol mundial”, recapituló Pino.
“Fue un gran salto para mi carrera, de hecho al año siguiente me tocó jugar en el fútbol europeo. Por eso para mi no fue un técnico más. Cuando te dirigía Menotti te sentías como si jugaras en el Real Madrid”, aseguró.
Y resaltó: “Me pedía llegar en forma constante al gol, con responsabilidad de marca para colaborar con mis compañeros. Jugar a uno a dos toques, con salida desde el fondo. Ganar como sea no era lo único que valía para él, su paladar era ganar teniendo la pelota”.
CON MENOTTI Y UN CLUB DONDE LO IDOLATRABAN
“En Rosario Central me tocó ser titular siempre. Empezamos con todo, con cinco victorias en seis fechas, y el triunfo en el clásico con Newell’s como visitantes. El Flaco era muy querido en Central, y con ese triunfo explotó todo”, destacó Pino.
“Eramos un equipazo, estaban el Cata Díaz, Ferrari, Emiliano Pappa, Talamonti, el Chelito Delgado, Luciano Figueroa... Con un fútbol maravilloso, virtuoso, de pelota al piso”, enfatizó.
Después del comienzo arrollador, vinieron nueve fechas sin victorias y el ciclo del Flaco Menotti se cortó en una derrota contra Estudiantes de La Plata, justo el Pincha. Para peor, lo reemplazó Miguel Ángel Russo, de la escuela bilardista. Y Pino ya no fue titular. “Me fui a Grecia. El Flaco me decía que en Central iban a jugar los que saltaran más alto a cabecear”.