A toda hora y en todo lugar, los delincuentes hacen lo que quieren y ni siquiera los detienen la presencia del ojo que todo lo ve y se sienten impunes para quedarse con lo ajeno, como este malviviente que robó en barrio San Vicente, de Córdoba.
Toda su fechoría quedó registrada en el video de la cámara de seguridad del kiosco de San Jerónimo al 3.106, esquina Gorriti, en La República, donde ni a plena luz del día se respira tranquilo.
Engañando a la persona que lo atiende para generar una distracción, el ladrón tampoco se preocupa por la presencia de otro cliente y toma dos botellas de vodka y un fernet y sale caminando con total tranquilidad.