El encargado del cementerio de la localidad bonaerense de Nicanor Otamendi, de donde fue robado el cuerpo del niño de 2 años que apareció mutilado y sin órganos cerca de Miramar, fue excarcelado hoy por decisión de un juez de garantías, aunque seguirá siendo investigado en la causa.
Se trata de Juan Carlos López, responsable del cementerio municipal donde había sido enterrado Matías Valentino Fernández, por lo que ya no quedan detenidos en la causa en la que se investiga la profanación de la tumba del niño,informaron fuentes judiciales.
López había sido detenido el miércoles de la semana pasada, al igual que Juan Carlos Della Santina, dueño de la casa funeraria que intervino en el velatorio y sepultura, por un pedido de la fiscal de la causa, Ana María Caro.
La fiscal Caro dispuso en los últimos días una serie de peritajes sobre teléfonos celulares pertenecientes a los dos imputados, pero la información obtenida tras el análisis de esos dispositivos no aportó elementos relevantes para determinar quiénes y para qué llevaron a cabo la profanación de la sepultura y el robo del cuerpo.
El cadáver de Matías fue hallado el 21 de marzo cerca del arroyo La Totora, por un hombre de 45 años que circulaba en bicicleta por la ruta 11 y denunció lo ocurrido en el destacamento policial más cercano.
Desde el hallazgo de los restos, la fiscal Caro manejó distintas hipótesis, entre ellas una profanación de una tumba o nicho, un ritual satánico, una venganza mafiosa o un caso de tráfico de órganos.
Matías vivía con su familia en el barrio de El Boquerón, en Batán, y la exhumación de su féretro realizada el miércoles último determinó que estaba vacío, roto y que sólo había en su interior unas ropitas que habían colocado sus familiares.