Es un hecho: durante el partido entre la Selección Argentina y Nigeria terminó de demostrarse que el armado del equipo fue consensuado por Jorge Sampaoli y los referentes del plantel nacional.
¿La prueba? Durante los últimos minutos del partido en San Petersburgo, cuando Argentina aún no podía quebrar a la defensa africana, el entrenador aprovechó que Lionel Messi estaba cerca de su posición para pedirle opinión sobre una modificación que planeaba introducir en cancha.
"¿Pongo al Kun?", interrogó Sampaoli a Messi sobre la inminente entrada de Sergio Agüero. Y la "Pulga", fiel amigo del goleador del Manchester CIty, asintió levemente con su cabeza para no despertar más rumores en torno a la intimidad de la delegación albiceleste.
Acordada la variante entre ambas partes, Agüero ingresó al campo de juego a falta de 10 minutos para el pitido final y se dio el gustazo de vivir en primera persona el gol agónico de Marcos Rojo.
Esta especie de "doble comando" surgió tras la dura derrota frente a Croacia, y cuyo primer indicio público fue el mano a mano que mantuvieron Sampaoli y Javier Mascherano durante una de las últimas prácticas antes de chocar con los nigerianos.
"Con el tema de la conducción es muy importante la mirada del futbolista dentro de la cancha para tener en claro qué se va a buscar en cada partido", sostuvo Sampaoli post triunfo.
La tregua en la Selección es una realidad, y todos juntos van por el gran objetivo: levantar la tercera Copa del Mundo en tierras rusas.