Muchos niños tienen el sueño de convertirse en jugadores profesionales de fútbol. Con la pelota a todos lados, la camiseta pegada en el pecho y los botines atados a los pies, juegan con sus amigos con el deseo de llegar a primera. Esta es la historia de Junior Ramírez, un niño de 9 años cuyo sueño es ser jugador profesional. “Desde que se levanta hasta que se acuesta juega al fútbol, mira fútbol”, contó su padre César.
Junior es de General Roca, un pueblo de Río Negro. Vive con su papá, su mamá y su hermanita. Juega al futbol en el club local de Argentino del Norte. Meses atrás fue convocado por Máximo, el padre del Marcelo Gallardo, quien recorre el país en busca de jóvenes talentos para sumar al equipo dirigido por su hijo.
Gallardo padre quedó deslumbrado por el niño, se “enamoró de como juega” y lo convocó a una prueba para chicos de su edad en River. “Es increíble que hayan venido hasta acá por mi hijo”, dijo César en diálogo con Clarín.
El duro camino de Junior Ramírez para llegar a River
El pequeño futbolista vive con su familia en un barrio humilde de Río Negro. Hace poco tiempo salieron sorteados con un lote y pudieron construir su casa. Sin embargo, el dinero no les sobra y Junior necesitaba 50 mil pesos solamente para los pasajes y gastos para viajar a Buenos Aires.
César, el padre de Junior trabaja en un aserradero, su esposa es ama de casa y cuida a la más pequeña de la familia que tiene cuatro años. La niña fue la condición que Junior puso para viajar a Buenos Aires. El niño pidió que vaya toda la familia. “Es muy apegado a su hermanita y si ella no podía ir, él dijo que tampoco viajaba”, dijo su padre.
Para poder concretar el sueño del pequeño futbolista, la familia empezó a vender rifas para cubrir los gastos, con premios que van desde pollos caseros, chorizos y vino y un corte de pelo donado por una peluquera amiga. Según contó Cesar, muchos vecinos se acercaron, ayudaron, compraron y donaron.
Gracias a esto, con lo justo pudieron comprar los cuatro pasajes de ida y tener algo para moverse en Buenos Aires, aunque pudieron resolver el alojamiento con un familiar que vive en Lomas de Zamora. La familia Ramírez partirá el sábado por la noche a la Ciudad de Buenos Aires solo con pasaje de ida. Desde el club les recomendaron dejar que los de vuelta sean abiertos, ya que el mínimo será una semana, pero puede ser “un poco más si a Junior le va bien”.
La historia de Junior Ramírez con la pelota: ¿qué dijo el padre de Marcelo Gallardo?
El pequeño de nueve años conoció el deporte cuando tenia tres años y medio y fue amor a primera primera vista. Juega para Argentino del Norte, un equipo local pero incluso fue convocado para jugar en con su rival Deportivo Roca, pero rechazó la oferta.
Pelota de por medio, la familia se enteró que Gallardo padre lo estaba viendo jugar en la tribuna. Se le acercó y le ofreció viajar a Buenos Aires. “Tu pibe es el futuro jugador de River, me dijo”, relató César. Además afirmó que el reclutador quedó “sorprendido por las habilidades de su hijo”, quien, según su padre “no es ágil de piernas, pero si de cabeza”.
“Es 10, enganche. Jugó de 9 y de 2 y entiende perfectamente cada puesto. Incluso quiso atajar en algún momento. El papá de Gallardo se enamoró de él, hasta se peleó con un representante de Lanús que también lo quiso fichar en el momento”, detalló.
El encuentro ocurrió en noviembre, con la promesa de citarlos en diciembre, pero el papá del nene se quedó sin celular. Finalmente el contacto se dio a partir del equipo Deportivo Roca, el club que organizó el torneo donde Gallardo conoció a Junior.
El fútbol, un sueño que se transmite de generación en generación
En el 2019 Junior fue contactado por Granate y en 2020 por Boca pero como estaban construyendo su casa, no tuvo posibilidad de probarse. Sin embargo ahora tiene una nueva oportunidad. “Tengo toda la fe por cómo lo elogiaron, pero yo le digo que con lo que pasó hasta ahora, ya es muchísimo. Soy además su entrenador, así que trato de guiarlo, alentarlo y tranquilizarlo”, sostuvo César.
Además César agregó que Junior “está preocupado con no quedar mal con toda la gente que lo ayudó, en caso que no quede seleccionado. Yo le digo que esto ya es suficiente”.
La joven promesa del futbol admira a Cristiano Ronaldo, Julián Álvarez y a su gran ídolo Lionel Messi. A el “no le importan los colores, solo quiere jugar al futbol”. Su padre afirmó que el pequeño “mira todo y conoce jugadores que yo no tengo idea quiénes son”.
Pero el futbol es un deporte que se transmite de generación en generación dentro de la familia Ramírez. César fue futbolista hasta los 14 años, fue observado por Argentinos Juniors, pero una fractura de tobillo sumado a la desaprobación de sus padres, cambió sus planes. Hoy vive su sueño a través de su hijo y lo alienta para poder concretarlo: “Quiero que disfrute y se divierta como lo hace cada vez que juega”, asegura el padre del joven futbolista rionegrino que en los próximos días llegará al monumental.
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