A más de 2 años y 4 meses de la desaparición de la pequeña Guadalupe Lucero en San Luis, su familia, pese al dolor y vacío que sienten, agradece a cada uno de los que comparten su imagen. Con el alma desgarrada, la esperanza de volver a abrazar a la pequeña que hoy tiene 7 años, Silvia, su abuela, recuerda con un nudo en la garganta que “en San Luis falta Guada, y tiene que volver”.
La niña desapareció de la vereda de su casa el 14 de junio del 2021, y desde ese momento la vida de la familia Lucero y Domínguez no tienen pistas que ayuden a encontrar a Guadalupe. La investigación sigue en manos de la Justicia Federal, pero “siguen como en el principio sin nada”, comenta Silvia en diálogo con VíaPaís.
Con el dolor de esta ausencia latente, Silvia arranca agradeciendo a cada una de las personas que difunde la foto de su nieta y también por los mensajes de aliento, “abrazos” y buenos deseos que recibe tanto ella como Yamila, madre de Guada.
“Sé que en algún momento va a surgir algo, es la esperanza que me sostiene. En San Luis falta Guada y tiene que volver”, alcanza a decir con su voz quebrada y el amor por la falta de esa nieta que hace más de dos años no puede abrazar.
¿Cómo sigue la investigación por la desaparición de Guadalupe Lucero?
Silvia reitera que “la investigación la tiene la Justicia Federal desde inicio de este año”, y que la investigación sigue activa, pero “más allá de que podemos ir a la Fiscalía las veces que queramos, y que nos llegan cosas por las redes, siguen como en el principio, sin nada”.
“No hay una pista segura para decir ‘vamos por acá y vamos a llegar a encontrarla’. Buscar, buscan. La comunicación con la Fiscalía Federal es abierta”, destaca y se aferra en ese amor de abuela para “seguir confiando de que en algún momento” va a llegar ese dato “que nos ayude a dar con Guada”.
Al mismo tiempo, detalla que “lo que se hizo a principio de año fue porque cuando pasa a Justicia Federal, tenían que hacer todo de nuevo. Volver a descartar lo del accidente”, explica y destaca que pese a esto, lo único que tienen como el mayor dato fue el testimonio de Emma, que estaba jugando con Guada.
La pequeña, que en ese momento tenía tres años, aseguró en varias oportunidades, Cámara Gesell incluida, que “a Guadalupe se la lleva una mujer de negro, una ‘señora’, pero más de eso no hay. No hay cámaras. Uno de los peritos que analizó las Cámaras Gesell dijo que lo de ella era lo más concreto”.
“Hay un colegio cerca, y estaban las cámaras de la provincia, pero ninguna funcionaba”, cuenta Silvia y destaca que “la única que servía fue de un comercio que está atrás, paralela a la calle donde vive mi hija, pero no se vio nada. Las cámaras de los peajes tampoco funcionaron. La misma provincia sale a decir que cuenta con la última tecnología, pero no nos sirvió”.
Bronca e impotencia: el accionar de la policía
La bronca y la impotencia, así es como se siente esta abuela “porque no podés hacer nada” y recuerda cómo fueron esas primeras horas de desesperación. Llamaron al 911 y si bien, “la Policía tardó menos de 10 minutos en llegar, le explicábamos que queríamos que cerraran la provincia”, ya que el secuestro es la principal hipótesis, pero no se hizo.
Pero la respuesta de las autoridades dejó mucho que desear: “Nos decían que ya iba a aparecer, que era una travesura”. Silvia, con un nudo en la garganta al recordar este momento, destaca: “Nosotros conocíamos como es Guada, ella no se iba con nadie que no sea de su familia. Si se iba con el tío primero iba con sus papás para preguntar. Uno conoce como es y ahí no nos pueden decir que era una travesura”.
“La policía si sabe que desapareció una niña tiene que cerrar la zona”, reafirma y recuerda que en “la desesperación salieron a gritar por todos lados el nombre de Guada”, pero “ver que la Policía no actúa como esperas, te genera mucha impotencia”. Además, destacó que “el Alerta Sofía debía ser inmediato y no se hizo”, tardaron dos días.
Además, destacó la poca empatía e interés del Gobierno provincial por la causa de Guadalupe, destacando que la llegada de los medios nacionales la “usaron para hacer turismo”. Y recordando que “en la misma semana se le pierde el perro al Gobernador y este sacó la policía que estaba en el caso de Guada para que le busquen el perro”.
La familia de Guadalupe Lucero sostiene que el gobierno de Alberto Rodríguez Saá “no se hizo responsable y tampoco tuvo la empatía de decir ‘es una nena’ y poner todo para encontrarla”. Y a los cuestionamientos que por momentos surgen de “a dónde estaban los padres”, Silvia responde con mucha coherencia: “Es una nena que estaba jugando en todo su derecho”, en su barrio, como cientos de niños lo hacen día a día.
Que la foto de Guadalupe Lucero nunca deje de circular en redes y el mundo
Silvia comenta que al principio, lo que decía la gente, la afectaba, pero después aprendió a focalizar en lo importante que es la búsqueda de su nieta. “Si la gente se pondría un poco en nuestro lugar, entendería. Uno como familia tiene que seguir para encontrarla”, sostiene.
Al mismo tiempo, cuenta que ellos crearon una FanPage en Facebook, “Un país por Guadalupe”, y que siempre se suma gente. El único objetivo de esta página es que la foto de la pequeña siga circulando y que la causa no quede en el olvido, porque Guadalupe Lucero tiene que volver con su familia.
Un detalle que Silvia cree importante resaltar es una marca que tiene Guada y que es muy complicada de cubrir: “Lo que más se destaca es su manchita en el lado izquierdo, que es algo que no se le puede sacar”, describe y reitera su agradecimiento a todos los que ayudan a compartir estos datos y a los artistas que salen de la provincia y difunden la foto en cada lugar que están.
“Hay gente que te escribe para decirte ‘te abrazo, soy abuela, soy mamá” y te dicen que comparten la foto de Guada. Solo podemos agradecer que nos tienen presentes a pesar de que solo la ven en una imagen y no la conocieron”. Esta semana se confirmó que en la Universidad de San Luis, ahora pondrán un mosaico con la cara de la pequeña para que siga presente y su búsqueda no se olvide.
Silvia reconoce que “la vida nos cambió mucho a todos” y a pesar de que siguen, porque hay más niños en la familia que merecen seguir disfrutando, “los cumpleaños ya no son como antes. Este Día de la Madre fue difícil, como lo es cualquier fecha, hasta un simple acto de escuela”.
Al mismo tiempo, remarca: “¿De qué te sirve matarte o tirarte a una cama a llorar? Eso no soluciona nada, por eso tenés que seguir levantándote, preguntando, insistiendo y pedir a la Justicia para que no deje de buscarla”.
“La gente ayuda bastante. Ojalá en algún momento aparezca ese hilo que nos ayude a dar con Guada. Esperamos poder dar en algún momento la noticia de que encontraron a Guada. Nunca pierdo la esperanza”, cierra. Ese deseo es el de todos, porque Guadalupe Lucero falta en su casa hace más de dos años y más temprano que tarde tiene que aparecer para volver a sentir el amor de su familia. Nunca dejemos de compartir su imagen y acompañar a Yamila, Silvana y a toda la familia en esta búsqueda.