Desde hace 32 años que Mónica Vela viene rompiendo barreras. Fue jugadora, después creó el club Palermo (exclusivo para futbolistas mujeres), fue la primera presidenta del Departamento de Fútbol Femenino de la Liga Sanjuanina y actualmente es entrenadora del equipo campeón 2021.
Pero para el fútbol femenino de San Juan, el 2017 fue sin dudas el año bisagra. Fue el más importante en la gestión incansable de Mónica, pionera e impulsora de esta actividad para transformar conceptos en cuanto al rol de la mujer en este deporte.
“Se pasó a ser rechazadas por jugar al fútbol a ser admiradas”, explicó la fundadora del club Palermo, fundado en 1990.
Vela, de 57 años, es recibida como técnica nacional y condujo a su equipo al título local con el cual representará a San Juan en la Copa Federal. Es el club más antiguo y de extensa trayectoria, con múltiples títulos provinciales en su haber, otros tres internacionales (en Chile) y con fuerte presencia en copas nacionales y federales.
En su gestión como presidenta de la Liga logró realizar una gran campaña de promoción y publicidad resultando muy positivo para visibilizar e introducir al consiente colectivo este fenómeno llamado fútbol femenino. El alcance que tuvo le permitió tener 32 equipos en el torneo oficial de la Liga Sanjuanina, con 22 en Primera ‘A’ y 10 en la ‘B’.
Pero además, logró un enorme crecimiento en el futsal. Por lo cual, realizando un balance “podemos decir que estamos felices de que más de 10 mil jugadoras activas están compitiendo en el fútbol, tanto en fútbol once, como en otras ligas y liguillas, y en el futsal”, confió Vela.
“Fui durante tres años presidenta del Departamento de Fútbol Femenino de la Liga tras un proyecto que presenté, en el que propuse hacer el torneo con el ente organizador. Y en ese mismo año pudimos inscribir a 32 equipos. Eso se debió a la campaña publicitaria en la provincia, para promocionar la actividad. Se logró que los partidos se transmitieran por radio y obtuvimos una importante difusión que hizo que el fútbol se transformara en una moda que llegó para quedarse”, sostuvo la dirigente.
“Esto despertó en las familias sanjuaninas el interés de aquellas chicas de jugar al fútbol sin prejuicios. Formamos una selección para disputar un torneo del Consejo Federal en Chubut, y nos fue muy bien siendo el debut. Hubo otros dos en el que nos fue también, muy bien. También, fueron preseleccionadas tres nenas para la sub 15 que dirigía Diego Guacci; y eso fue impactando para que este deporte creciera sorprendentemente en la provincia”, agregó.
Mónica luego debió renunciar a su cargo en la Liga Sanjuanina por temas personales, sobre todo para abocarse a su hijo de 8 años y “por el club, al que había dejado de lado. Después me recibí de DT nacional, en el primer curso organizado por el Consejo Federal y Conmebol en el predio de AFA, a cargo de Paola Soto. Fue muy enriquecedor porque me vine con muchísimas ideas para llevarlas a cabo”.
Sus inicios como deportistas no fue justamente en el fútbol porque “en mi época, jugar al fútbol no era bien visto”. Mónica llegó a representar a San Juan en seleccionados de básquet; y siendo mayor practicó doma, algo que le fue muy gratificante, según expresó.
“Muchas compañeras negaban ante una pregunta, que jugaban al fútbol. Preferían decir que hacían hockey o vóley porque la gente discriminaba. Así que me alegra ver que todo eso haya cambiado. Fueron años de mucha lucha y personalmente fue un reto poder cambiar la mentalidad de las personas. Lo hicimos con Palermo, formando un equipo con jugadoras que mostraron habilidades que a lo largo del tiempo sorprendió al espectador, y actualmente es reconocido no sólo en la provincia, sino también a nivel nacional. Por ello, en una oportunidad, el club Palermo recibió el Cóndor de Plata premio que San Juan otorga a sus deportistas destacados”, expresó.
Sus objetivos
La fundadora de Palermo se propuso obtener su propio terreno para poder tener su escuelita, para formar inferiores (en sus tres categorías). Actualmente el equipo se entrena en campos prestados o alquilados, y pese a esto, es uno de los exponentes. Lo componen futbolistas de entre 13 y 18 años, con enorme proyección. Por lo que es “necesario poder tener nuestra propia cancha”, dijo la entrenadora.
Y continuó: “Si bien no tenemos un lugar propio, hemos mantenido los buenos resultados. Siempre peleamos entre los cuatro primeros lugares no solo en once, sino también en futsal. Porque tratamos de darle a nuestro equipo las herramientas para desenvolverse en la cancha, dentro de nuestras posibilidades. Si bien no somos profesionales, nuestras jugadoras cuentan con un cuerpo técnico que se capacita, una kinesióloga y una clínica médica a disposición las 24 horas. De alguna manera hemos tratado de que ellas se sientan contenidas. Pero les falta su lugar”.
Qué falta para que el fútbol femenino evolucione
“Es fundamental que más mujeres se comprometan. Que aquellas ex jugadoras sean consejeras o dirigentes en los clubes, para poder pelear mucho más y poner su granito de arena desde sus experiencias. Cuando hayan más mujeres involucradas, se podrán conseguir muchas más cosas a favor del fútbol femenino”.
Si bien San Juan el futbol femenino ha progresado mucho en poco tiempo, falta avanzar en otros aspectos. “Las futbolistas no tienen los mismos beneficios que los varones. Los subsidios o ayuda económica que les entra a los clubes van al masculino, mientras que las mujeres siguen haciendo rifas para poder jugar con su camiseta, más allá de pertenecer a un club grande”, acusó.
“Además sería ideal poder ver más mujeres DT en las canchas. Sumado a que pocos clubes tienen inferiores... todo repercute y se notan esas carencias en una categoría mayor. Se ve reflejado en partidos en el que un equipo gana 11-0, por ejemplo. Y eso no es una problemática local, es una realidad que afecta a nivel nacional”, concluyó.