Cada 5 de diciembre se celebra el Día internacional del Voluntario. En San Juan esta fecha no pasa desapercibida y por eso un grupo de mujeres de la organización llamada “Travesía punto por punto” crearon un árbol de Navidad uniendo cuadritos tejidos en el Centro Cívico. Esta fecha es un reconocimiento para aquellas personas y grupos que dedican su tiempo para aportar un granito de arena y mejorar el mundo.
Según contó Carina Iribarren, docente y coordinadora del grupo, a Diario La Provincia SJ, “La idea de hacer el arbolito surgió el año anterior a la pandemia. Lo vimos en unas mujeres de España que lo hicieron en la calle para mostrar cómo tejían. Nosotros tomamos la idea y la readaptamos a nuestro grupo hacia la parte solidaria. Por eso decidimos armar al símbolo de la Navidad con nuestros cuadraditos”.
Además, contó que la pandemia había frustrado sus planes pero afortunadamente este 2021 lograron armarlo: “Desde antes de las vacaciones de julio comenzamos a armarlo. No fue fácil conseguir los 360 cuadrados para armar el árbol, como toda cosa artesanal lleva tiempo. Además, tuvimos que contratar a un metalúrgico para que armara la estructura de hierro que tenía que ser segura para estar en un lugar público”, agregó Carina. Cuando las fiestas terminen, los cuadraditos serán usados para armar más acolchados.
Sobre “Travesía punto por punto”, Carina contó que tiene “un taller de tejido y a partir del 2013 se nos ocurrió con mis alumnas, utilizar los restos de lana que teníamos para hacer cuadraditos que al unirlos se transformaran en mantas para donar. En las primeras donaciones éramos poquitas y esto funciona de forma paralela al taller, así que a medida que llegan nuevas personas para aprender, pueden incorporarse o no a este grupo”.
Desde aquél momento trabajan todo el año tejiendo y organizando las entregas en la previa de los primeros días fríos: “Fuimos primero a Pedernal, a una escuelita albergue, después a La Planta en Marayes y desde entonces no paramos. Con los años hemos ido acumulando experiencia y ahora organizamos las entregas de donaciones a través de escuelas albergues con la ayuda de las directoras y las docentes”, añadió.
Un detalle no menor: saben cuántos niños son y todas sus medidas, talles y nombres, entonces, pueden personalizar los regalos: “Cada una tiene sus actividades. Unas se dedican a tejer los cuadraditos, otras a unirlos, otras a conseguir las donaciones con las que acompañamos las mantas y en el momento de la donación en sí vamos con nuestras familias. Nuestros maridos e hijos nos acompañan y terminan siendo movimientos multitudinarios”, sostuvo.
Además de recibir donaciones de material, también quieren seguir sumando a personas que conozcan la técnica del crochet y quieran dar su aporte: “Cada manta tiene 40 cuadraditos ya que las hacemos para cama individual, siempre orientamos nuestro trabajo a los niños. Si la escuela tiene 30 alumnos, cada uno de ellos va a tener sus donaciones. Juancito va a recibir su bolsita con su manta, su ropa, su calzado, etc., gracias al listado que nos dan los docentes. De esta manera ellos sienten que lo que reciben estuvo pensado para ellos”
La urna para depositar los restos de lana y los cuadraditos ya hechos está al lado del arbolito en el Centro Cívico. Pero además, hay otros lugares en la provincia donde reciben otro tipo de colaboraciones como ropa, calzado, juguetes nuevos y alimentos no perecederos durante todo el año. Los lugares son: Agrinsa (Av. Rawson 890 sur), juguetería Montecarlo (Av. Libertador 1653 oeste), Paez refrigeración (General Acha 1429 sur o Libertador 45 oeste) y en el Registro del Automotor N° 6 (Rivadavia 285 este, primer piso).
