Una sucesión de episodios en contra de la ley terminaron con Walter Nelson Escarión tras las rejas. El 21 de noviembre a las 17:30, este joven de 27 años entró a la habitación de su abuelo donde ambos conviven, abrió el placard y robó $15.000 en 15 billetes de $1000 que el abuelo tenía guardados en un estante y los guardó en su mochila. Luego de una serie de persecuciones, de amenazar a su propia madre, Escarión fue protagonista de una gresca que lo dejó con una gran herida en su cabeza. Fue así como cayó detenido. Ahora deberá ser juzgado por flagrancia.
Justo cuando Escarión estaba saliendo de la habitación de donde robó el dinero, el abuelo había ingresado al comedor y notó que su nieto tenía una actitud sospechosa. “¿Qué haces ahí?”, le consultó a su nieto. Ante la pregunta, el joven respondió que se estaba mirando en el espejo. El malviviente salió de la casa y se dirigió al taller de su abuelo. Allí sustrajo dos tarros de pintura negra y electrodos. A continuación le dijo al abuelo que iba a salir, y se retiró del domicilio.
Por la actitud sospechosa y la mochila que cargaba Escarión, el abuelo revisó el placard de su habitación y se percató de que faltaba el dinero. Llamó por teléfono a su hija -madre de Escarión- para preguntarle si lo veía por el barrio, y su hija respondió que no. De igual modo, a sabiendas que Escarión frecuentaba el barrio de su hija, se dirigió hacia allí y empezó a buscarlo por las inmediaciones.
Aproximadamente a las 21:10, Escarión se hizo presente en el domicilio de su madre. Allí golpeó la ventana del kiosko que está en la parte delantera del domicilio y le preguntó por su hija recién nacida. La madre asustada, no lo atendió, y le avisó a su actual pareja para que estuvieran atentos, ya que en el pasado ella y su otra hija habían sufrido episodios de violencia de su parte y habían denunciado el hecho solicitando medidas protectorias.
Escarión caminó durante unos minutos por la cuadra del domicilio de su madre, y a 30 metros de la vivienda protagonizó una gresca con otros sujetos. Una vecina que vio la pelea llamó al 911, motivo por el cual se hizo presente personal policial que observó a Escarión lastimado y a varios vecinos señalándolo como el provocador del conflicto. Por la reunión de gente y las hostilidades en el entorno, la policía aprehendió a Escarión y lo llevó a dependencias de Unidad Operativa Chimbas Este.
El abuelo que estaba circulando por el barrio y la madre presenciaron la gresca, en ese momento notaron que la mochila de Escarión había quedado en el piso. El abuelo la tomó y observó que en su interior estaban los electrodos y los tachos de pintura de su propiedad pero no había rastros del dinero sustraído. Ambos se dirigieron a la Unidad Operativa, se presentaron ante los policías actuantes e hicieron entrega de la mochila con su contenido explicando el abuelo que los objetos eran suyos.
Por la herida cortante de Escarión se recomendó su traslado al hospital Rawson, donde recibió puntos de sutura. Una vez dado de alta, el joven fue trasladado a la comisaría 17º, donde permanece detenido. Será juzgado por flagrancia.