La finalización del Torneo Clausura 2025, que consagró a Estudiantes de La Plata tras vencer a Racing, no logró apaciguar las aguas en Arroyito. La tensión que se gestó durante el certamen entre el “Pincha” y Rosario Central, a raíz del reconocimiento oficial del título de liga para el Canalla por parte de la AFA, sumó un nuevo capítulo de alto voltaje.
Esta vez, el protagonista fue nada menos que Ángel Di María, quien rompió el silencio mediático a través de sugestivas interacciones en sus redes sociales personales.

“Fideo” compartió una historia en Instagram con una frase que muchos interpretaron como un mensaje directo a la dirigencia platense: “En la vida no hay que dar tantas explicaciones, al fin la gente solo entiende lo que quiere entender y lo que le conviene”. Si bien el mensaje parecía una reflexión general, los movimientos posteriores del astro rosarino en la plataforma confirmaron que su destinatario era el club de La Plata y, específicamente, su presidente Juan Sebastián Verón.
“Ingleses y caretas”: los likes que encendieron la polémica
La controversia escaló cuando Di María le dio “me gusta” a publicaciones de la cuenta partidaria @derosarioydecentralok. Uno de los posteos apuntaba directamente contra la “Brujita” Verón, acusándolo de haber dado la orden a sus jugadores de realizar el pasillo de espaldas a los futbolistas de Central durante los octavos de final. El texto, avalado por el gesto digital del 11 canalla, tildó a los referentes del club platense de “ingleses, caretas y vendidos” por su actitud frente a sus colegas.

Otro de los likes de Di María respaldó una crítica sobre la supuesta incoherencia de Estudiantes. El mensaje cuestionaba que, mientras el club de La Plata aseguraba que su conflicto era exclusivamente con la conducción de la AFA, terminaron faltando el respeto a los jugadores de Central en el campo de juego. “Mostraron su peor cara y más contra sus colegas”, sentenciaba la publicación que el referente de la Selección Argentina no dudó en apoyar públicamente ante sus millones de seguidores.
Esta postura de “Angelito” marca un notable cambio de tono respecto a sus declaraciones iniciales tras la eliminación de Central en el torneo. En aquel momento, el futbolista había intentado restarle importancia al episodio del pasillo, afirmando con cierta indiferencia que era un problema ajeno y que el equipo se limitó a cumplir con su entrada a la cancha. Sin embargo, el paso del tiempo y la reciente coronación del León parecen haber reavivado un malestar que el jugador prefirió no callar más.
El cruce digital deja en evidencia que la relación entre ambas instituciones atraviesa uno de sus peores momentos históricos. Mientras en La Plata celebran una nueva estrella, en Rosario la herida por el desplante protocolar sigue abierta, y el respaldo de una figura de la talla de Di María le da una relevancia institucional que trasciende el folklore futbolístico.
































