Gracias a la técnica de fotoidentificación, el programa de Investigación Ballena Franca Austral pudo armar el árbol genealógico de una familia de ballenas Franca Australes. Descubrió así a 5 generaciones que habitan los golfos de la Península Valdés desde hace 50 años.
La noticia fue publicada por el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), resaltando la aparición de “Paciencia”, uno de los ejemplares claves para esta investigación, que nadaba con su cría en el Golfo San José sobre fines del año pasado.
Cómo es el árbol genealógico de la familia de ballenas que viven en Chubut
Paciencia, según explicaron, es “bisnieta” de la ballena que fue identificada en 1973 con el número 71. Dos años más tarde, fue nuevamente reconocida junto a una cría a la que los investigadores nombraron Antonia.
De este cetáceo nacieron al menos 8 más, de los cuales solo se pudo identificar a Antonio y Docksider. La segunda ballena nombrada dio a luz a la nueva camada, cuyos miembros fueron registrados como Espuma, Luna y Paciencia. La última de ellas, nacida en 2008, ya tuvo dos crías.
Pero, ¿Cómo encontraron a Paciencia? En noviembre del 2022, cuando estaban por cerrar la temporada de ballenas en Península Valdés, investigadores del ICB la vieron mientras realizaban actividades en la estación de investigación ubicada en el Lote 39A, sobre el Golfo San José.
Desde la playa, según recordó la bióloga Camila Muñoz Moreda, vieron a lo lejos unos soplos, llenándolos de emoción porque en esa época del año no se estaban avistando ballenas desde la costa. Inmediatamente pusieron a volar el drone para tomar registros fotográficos de estos individuos.
Al observarlos a través de la pantalla, confirmamos que se trataba de dos madres con sus crías, una de ellas morfo-gris. Por la forma particular de la mancha de una de las madres, pensaron que podría ser Paciencia.
“A partir de las fotografías comenzamos la búsqueda en el catálogo de fotoidentificación, para comparar la ballena avistada en el Golfo San José con las imágenes de Paciencia. Con gran ansiedad por saber si se trataba de la misma ballena, comenzó el ‘identikit’”, relató la mujer.
Compararon el detalle del patrón de callosidades y de las manchas dorsales entre las fotos del catálogo y las recientemente tomadas, y descubrieron que coincidían a la perfección: se trataba de Paciencia acompañada de un nuevo ballenato morfogris. “La alegría de estos reencuentros es tan inmensa que lo que uno más quiere es compartirlo con el resto del equipo”, finalizó.
