El crimen de Gabriel Rizzo, el empresario asesinado en San Antonio de Padua en el conurbano bonaerense, ya tiene un detenido y ahora buscan analizar las armas halladas en un comercio de la zona. Con el cotejo balístico de lo secuestrado, esperan que coincida con las vainas que estaban en la escena del crimen.
Personal de la Delegación de la Policía Científica de Morón analizará las pistolas marca Bersa Thunder calibres .380 y 9 milímetros que fueron incautadas tras un allanamiento a un local donde funciona la pizzería “Lo de Cata”, ubicado en la calle Gervasio Pavón al 3500, de la localidad bonaerense de Castelar Sur, partido de Morón.
Fuentes judiciales indicaron que el cotejo se realizará con las vainas servidas halladas en la escena del crimen y con las armas secuestradas a la víctima, una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38.
En tanto, al momento de ser apresado Walter Rodríguez Sierra, único detenido hasta el momento por el crimen de Izzo, la policía encontró 87 municiones calibre .40; 151 municiones calibre 9 milímetros, y tres municiones .380.
Por otra parte, el fiscal Claudio Oviedo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón, dispuso la apertura de dos teléfonos celulares hallados en la pizzería que alquila Gustavo Mac Dougall, uno de los dos sospechosos prófugos en la causa.
La extracción del contenido de los aparatos telefónicos estará a cargo de miembros de la Policía Judicial del Ministerio Público Fiscal de Morón, indicaron las fuentes.
Los investigadores, en tanto, están detrás de los prófugos vinculados al hecho, uno de ellos Mac Dougall, quien trabajaba para Rodríguez Sierra y a su vez le alquilaba el local donde fueron halladas las armas de fuego, además de otros elementos, entre ellos, objetos presuntamente robados a la víctima y su familia.
La otra persona prófuga se cree que es quien condujo el Volkswagen Gol Power color gris con el que los delincuentes huyeron del lugar y que fue hallado estacionado frente a la pizzería y a uno de los kioscos propiedad de Rodríguez Sierra.
Además, Rodríguez Sierra, conocido como “El Uruguayo”, se desempeñaba desde 2015 como jefe de calle encargado de las campañas electorales del partido Juntos por el Cambio en Morón y durante la gestión de Ramiro Tagliaferro trabajó como chofer de un secretario de Gobierno.
En los allanamientos del sábado por la noche, personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón incautó también una mochila marca Necxus con presuntas manchas hemáticas, cuatro precintos negros similares a los hallados en el lugar del hecho y dos palancas de mano con mango plástico rojo.
Los investigadores establecieron tras el análisis de cámaras de seguridad privadas y municipales que desde el viernes a la tarde se encontraba estacionado el Gol Power y que desde ese día la pizzería no volvió a abrir al público.
Es por tal razón que Mac Dougall es intensamente buscado por la policía como uno de los partícipes del crimen de Izzo y del ataque a balazos a su esposa Silvana Andrea Petinari (56), ocurrido en la madrugada del viernes en su vivienda de la localidad de San Antonio de Padua, partido de Merlo.
Por su parte, familiares de Silvana Petinari indicaron ayer que la mujer “ya se despertó y le sacaron el respirador”, y que evoluciona “muy bien” en el Sanatorio Los Arcos del barrio porteño de Palermo, adonde fue trasladada por su obra social.
El asesinato de Izzo, dueño de un aserradero de la zona oeste del conurbano, ocurrió el viernes a las 4.20 en su casa de Italia 1077, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua. Allí, también fue gravemente herida su esposa, hija del propietario de la empresa “Petinari”, dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques, del partido de Merlo.
Al menos dos delincuentes que se movilizaban en un Volkswagen Gol Power gris ingresaron a la casa de la parejatras forzar la persiana americana de madera de un ventanal sin rejas que da a la calle, mientras que al menos dos cómplices quedaron de apoyo a bordo del vehículo.
Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía.