Reveló que prepara morcilla “vegana” con sangre humana y generó polémica: “Me han llamado loco y caníbal”

En las redes sociales se hizo viral un reportaje en España sobre la “morcilla vegana” con sangre humana.

Reveló que prepara morcilla “vegana” con sangre humana y generó polémica: “Me han llamado loco y caníbal”
Reveló que preparaba morcilla “vegana” con sangre humana y generó polémica: “Me han llamado loco y caníbal”.

Un reportaje del equipo de investigación de La Sexta (España) ha puesto en el centro de la polémica un invento que desafía los límites de la gastronomía y la ética alimentaria: la morcilla vegana con sangre humana.

Su creador, Raúl, ha sido calificado de “loco” y “caníbal” por quienes consideran su propuesta extrema, pero él defiende su innovación con argumentos que van más allá de lo convencional.

La morcilla es uno de los embutidos argentinos clásicos.
La morcilla es uno de los embutidos argentinos clásicos.

¿Cómo se hace la morcilla vegana con sangre humana?

Según Raúl, el proceso de elaboración es bastante simple y requiere solo 20 mililitros de sangre. A diferencia de la morcilla tradicional, esta versión no usa tripa de cerdo y en su lugar emplea otros ingredientes de origen vegetal. Además, sustituye la manteca de cerdo por aceite de coco, lo que le permite mantener su carácter “vegano” desde una perspectiva técnica.

“La gente se está concientizando más con el consumo de carne”, explica Raúl, defendiendo su invención como una alternativa sostenible y personalizable.

¿Es realmente vegana? El debate está servido

La afirmación de que se trata de una morcilla “vegana” ha generado controversia. Aunque no contiene ingredientes de origen animal, el uso de sangre humana plantea un dilema ético y filosófico en el ámbito del veganismo. Para Raúl, la clave está en que la sangre proviene de la misma persona que la consume, lo que evita cualquier forma de explotación animal.

“La experiencia es intransferible, nadie puede probar la sangre de otra persona”, sostiene el creador, añadiendo que el consumo de fluidos propios no está prohibido.

¿Estamos preparados para aceptar este tipo de alimentos? Por ahora, la polémica sigue servida.