Los hechos políticos, económicos y el estallido social que tuvieron lugar en diciembre de 2001 terminaron con 39 muertos y con la renuncia del presidente Fernando De la Rúa. Fue un capítulo oscuro en la historia democrática de nuestro país, que aun hoy se recuerda.
Las historias alrededor de cómo cada quien vivió esos días suelen sobrevolar todavía las charlas de los +35, la generación que más recuerda aquellos sucesos. Porque cuando parece que no hay más nada que contar, reaparece algún nuevo detalle.
Algo así le sucedió a Romina Scalora, panelista de LAM, pero también profesora de historia y columnista en Gelatina. En este canal de streaming prepara especiales relacionados con figuras de la farándula, muchas veces vinculados con hechos históricos. En el reciente capítulo que tituló “Mirtha y los presidentes”, presentó una perlita invaluable.
La reacción en vivo de Mirtha Legrand a la renuncia de Fernando De la Rúa
En aquella época, 2001 no existía aun el concepto “reacción en vivo”, sin embargo, puede que sin querer y sin saberlo, haya sido la mismísima Mirtha Legrand quien lo inventó.
“Este programa está subido a la página de RTA (Radio y Televisión Argentina) y en crudo. Entonces, en un corte del programa de Mirtha Legrand, se escucha la lectura de la renuncia de De la Rúa, que lo pasaba un flash informativo. Pero lo que no sabía Mirtha es que los micrófonos quedaron abiertos”, contextualizó “La Romi”, como la conocen en las redes.
“Yo no creí vivir esto jamás”, se escucha la inconfundible voz de Mirtha, mientras la Asamblea Legislativa leía el comunicado del entonces presidente el 20 de diciembre de 2001.
De la Rúa señalaba que su “mensaje de constituir un Gobierno de unidad” había sido rechazado. Entonces, “La Chiqui” opinaba: “No es cierto. Ahora le echa la culpa a los peronistas, porque no se quieren comprometer con desgaste de él, con el fracaso de él. La culpa fue de él".
“La mujer lo llamaba y le decía: ‘Vos no te vas, a vos te echaron los peronistas, eh’, le decía la mujer, Inés”, enfatizaba la reina de los almuerzos. Otra muestra de que los comentarios sin pelos en la lengua fueron siempre un clásico para la diva.