El caso del joven Diego Fernández, cuyos restos fueron encontrados en mayo en la casa lindera a la que alguna vez habitó Gustavo Cerati en el barrio de Coghlan, sigue generando conmoción y nuevas interrogantes.
Johnny Mesa, la última persona que vio a Diego con vida, brindó un testimonio revelador sobre sus últimas horas.
El testimonio de la última persona que lo vio con vida
Según relató, después de almorzar, Diego le pidió dinero a su madre para tomar el colectivo hacia la casa de un amigo. Sin embargo, en lugar de viajar en colectivo, decidió caminar hasta la casa de Johnny, donde ambos escucharon música dentro del auto.
Durante ese encuentro, Diego le explicó a Johnny que se dirigía a la casa de un compañero para buscar tareas escolares, con la intención de no preocupar a su madre. Johnny recuerda haberse despedido de él con la expectativa de verlo al día siguiente en la escuela.
La premonición antes del hallazgo de Diego
Un detalle que llama la atención y suma misterio al caso es la premonición de la madre de Johnny, quien aproximadamente dos semanas antes del hallazgo de los restos, mencionó a Diego espontáneamente, como si intuía alguna señal sobre su paradero.
Poco después, llamó a su hijo para informarle que las noticias confirmaban la localización del joven.
El sospechoso
El testimonio de Johnny aporta una pieza más al rompecabezas de una historia que aún busca respuestas sobre qué ocurrió aquel 26 de julio de 1984 y que por estas horas tiene un sospechoso, Cristian Graf, ese amigo al que Diego visitó en su casa y donde apareció 40 años después enterrado.
Sin embargo, algunas dudas todavía esperan por ser respondidas: qué pasó en ese lugar, por qué el secreto permaneció oculto por más de cuatro décadas y por qué la policía no hizo nada en su momento.