El presidente Javier Milei encabezó el lunes su primera reunión de gabinete ampliada, en la que se analizó “el descalabro de la economía” y se avanzó con el pulido de las primeras medidas que anunciará el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, para avanzar con el ajuste y equilibrar las cuentas públicas.
La primera jornada de Milei en la Casa Rosada sirvió para enviar mensajes de cambio, aunque su equipo de gobierno aún afronta las particularidades propias de la transición y espera un diagnóstico más detallado del estado de situación que recibe: a saber, en algunas de las oficinas de Balcarce 50 se iniciaron las auditorías internas para conocer lo que dejó la gestión de Alberto Fernández.
En simultáneo, el presidente evaluó con sus principales laderos los aspectos más relevantes de las medidas que presentará Caputo. “El descalabro de la economía fue prácticamente el título de la reunión de gabinete”, resumió el flamante vocero presidencial Manuel Adorni.
Adorni encabezó su primera conferencia de prensa a las 8, pero más tarde fue el encargado de revelar algunos detalles del encuentro entre Milei, sus ministros, secretarios, la vicepresidenta Victoria Villarruel y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
“El martes va a hablar el ministro Luis Caputo, que va a contener el anuncio de medidas económicas. Por supuesto que va a ir en línea con un fuerte recorte fiscal con alguna expansión en las partidas sociales y será acompañado este paquete de medidas con quita de privilegios, que el presidente Milei dio la orden de realizar con urgencia”, confirmó el funcionario.
Seguido, precisó que ese paquete de medidas incluirá recortes y revisión del estado de situación en el Estado nacional. “Se va a hacer un inventario general, no sólo de recursos físicos sino también un inventario con el estatus de todo el personal de la administración nacional. Se van a revisar cada una de las contrataciones, por supuesto en virtud de ubicar o de encontrar contrataciones irregulares y se van a revisar cada uno de los contratos vigentes en cada uno de los ministerios”, indicó Adorni.
Además, agregó que se revisarán “también los contratos con universidades” y que se exigirá “el 100% de la presencialidad en los lugares de trabajo de la administración pública nacional”.
“Está claro que estamos inmersos en una profunda crisis económica, en una histórica crisis económica, de estas crisis económicas recurrentes en la Argentina, donde cada cierto tiempo derivamos en una crisis inflacionaria o hiperinflacionaria y si no es en una crisis inflacionaria derivamos en una crisis de deuda”, repasó antes de advertir que “los gobiernos nos endeudan a todos en virtud de haber hecho las cosas mal y de haber gastado más de lo que correspondía”.
La primera reunión de Gabinete
La reunión de Gabinete arrancó a las 9, en uno de los salones centrales del segundo piso de la Casa Rosada, y se extendió por una hora y media. Además de Milei, estuvieron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro Caputo; el ministro del Interior, Guillermo Francos; el ministro de Defensa, Luis Petri; la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino; el ministro de Salud, Mario Russo; el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
Fue una cumbre ampliada, porque también contó con la presencia de Villarruel, de Menem, de Adorni; de la secretaria de Medios, Belen Stettler; del secretario de Legal y Técnica, Javier Herrera Bravo; y de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
“Tratamos diferentes temas, pero creo que es sumamente importante el inaugurar una costumbre que tiene que ver con que los funcionarios trabajan, trabajan desde temprano y cumplen con su trabajo como cualquier ciudadano de la República Argentina”, apuntó Villarruel al término del encuentro, en tren de potenciar esos primeros mensajes para marcar la impronta del nuevo gobierno.
La Vicepresidenta evitó aportar mayores detalles sobre las deliberaciones, pero puntualizó: “Lo que estamos encontrando es realmente una situación devastadora”. La titular del Senado hizo esas declaraciones en un breve contacto con este medio y el resto de la prensa apostada en la Casa Rosada, donde confirmó que tendrá un despacho.
Más allá de las señales, los equipos de Milei todavía deben desensillar en las áreas del Estado nacional. La situación explica, en parte, el reinante hermetismo pero otro elemento es que todos en el equipo esperan que se dé el primer e incómodo paso, que quedó en manos de Caputo. Los efectos de las primeras medidas de ajuste definirán el camino.
Al término, el presidente Milei se trasladó a su despacho para continuar con su agenda oficial, que incluyó reuniones bilaterales con enviados internacionales y un nuevo encuentro con Caputo.
El ritmo de los movimientos hace presumir que finalmente Milei no centrará todas sus actividades en la Quinta Presidencial de Olivos, como dijo que tenía previsto para capitalizar su adicción al trabajo.