A raíz del triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en las últimas elecciones de Brasil, la Argentina apunta a acercarse cada vez más al Gigante Sudamericano mediante el contacto con el flamante presidente. Una relación que sin dudas es estratégica en materia comercial para nuestro país.
La asunción de Lula planteó otro escenario, lejos de la principal intención que tenía Alberto Fernández de renovar su mandato en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Hoy las intenciones van por otro lado.
Entre los objetivos de ambos presidentes se encuentra proyectar la vuelta de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), aquel foro constituido en 2008, que duró hasta 2018 cuando Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro y el resto de los mandatarios más cercanos a la derecha que gobernaban entonces crearon el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur).
Pero la lectura inmediata es una: mayor interés en la Unasur, menor importancia para la CELAC. No obstante, desde Cancillería insisten con que la idea es “afianzar el vínculo con los socios regionales”, pero ese camino podría realizarse a través de la Unasur.
Con este panorama, desde Casa Rosada trabajaron con intensidad en la última semana para consensuar que los 33 países miembro de la CELAC elijan a San Vicente y las Granadinas como nuevo presidente pro tempore del bloque, lo que finalmente sucedió.
De la nación caribeña solicitaban este nuevo cargo desde que el año pasado se negoció el apoyo en bloque para que la Argentina ejerza la presidencia durante 2022.
Cuáles son los intereses de Lula y Alberto Fernández
No bien asumió la presidencia, una de las primeras medidas de Lula fue reincorporar a Brasil a la CELAC. De esa manera, le hizo un guiño a Alberto Fernández, diferenciándose de su antecesor Jair Bolsonaro, quien en 2020 retiró a Brasil del bloque para boicotearlo.
Sin embargo, se entiende que Lula busca el regreso de la Unasur, el bloque que había sido por el líder del PT y que ahora quiere remontarlo aggiornado al nuevo contexto internacional, que nada tiene que ver con el de 2008.
En tanto, Argentina apoyará las ambiciones de Brasil, dejando un poco más de lado a México, considerando que Fernández y Andrés Manuel López Obrador tuvieron algunos distanciamientos. Es por eso que el mandatario mexicano no participa del evento actual y su canciller, Marcelo Ebrard, tampoco estuvo en la reunión de cancilleres organizada por Santiago Cafiero en octubre.
En cuanto a la posición de Alberto Fernández señalan, desde su entorno, que lo mejor era retirarse de la presidencia de la CELAC ya que un espacio que le da lugar mandatarios que generan todo tipo de polémicas y controversias podría perjudicarlo en un año electoral. Por ello, la agenda del Presidente para este período será más local.