La familia de Ariel Goyeneche salió al cruce al ministro de Justicia y Seguridad Néstor Roncaglia por sus declaraciones vertidas a la prensa local, en donde el funcionario desestimó las acusaciones de los parientes sobre presunta “tortura” y “violencia policial” al hombre de 38 años que falleció durante su traslado a una comisaría de Paraná.
Días atrás, Roncaglia argumentó en una entrevista a APF Digital que el joven “nunca fue agresivo con la Policía, entonces la policía no tiene por qué pegarle o ser agresiva, por eso me duele que digan que la Policía lo torturó” y sostuvo que el cabo de 25 años y el sargento de 35, presentes en la patrulla, “lo que quisieron hacer fue darle contención para trasladarlo a un centro de salud mental”.
Tras el pronunciamiento del funcionario provincial sobre el caso que investiga la Justicia entrerriana y en la que intervino Gendarmería (por estar involucrada la Policía local en el hecho), los parientes de Goyeneche repudiaron las declaraciones del ministro y emitieron una carta abierta en donde aseveraron que “sus palabras no hacen más que aumentar el dolor de esta familia”.
“Queremos pensar que Ud. habló sin haber visto los vídeos que se constituyen como pruebas pero que a esta altura ya circulan por internet y son de público conocimiento, los cuales contradicen todo lo expresado por los policías directamente involucrados en el hecho, como así también el silencio y la complicidad de todos los que estuvieron presentes observando el accionar y lo que estaba transcurriendo y no hicieron nada”, denunciaron.
En esta línea, remarcaron que “esa noche el trato que recibió Ariel fue desde todo punto de vista inhumano, desmedido, ensañado, y hasta fuera de sentido común”, afirmaron que “desde la primera nota que da el vocero de la comisaría segunda, el testimonio brindado es incompleto, ya que no relata los hechos que realmente transcurrieron la madrugada del deceso de Ari” y resaltaron que “nunca hace mención al largo tiempo que él estuvo con vida sometido al trato desmedido e inhumado de parte de los policías”.
Según videos que estarían en circulación en las redes sociales, más distintos testimonios del hecho los familiares sostienen que pudieron determinar que, en un lapso de 20 y 30 minutos, Goyeneche estuvo con vida “esposado, con las piernas atadas, la cabeza contra el piso y dos efectivos sujetándolo”, en donde alegan que un agente estaba sobre el hombre de 38 años presionándolo contra el suelo “aplicando una toma que se sabe que puede causar un daño irreversible”, mientras que el otro uniformado “lo sujetaba de los miembros inferiores” golpeando al joven.
“Mantenían su cara aplastada contra el piso y permaneció todo este lapso de tiempo al grito desgarrador de ‘por favor ya está, basta basta!’, se puede escuchar reiteradas veces que aún podía expresarlo. Se observa que Ari estaba prácticamente inmóvil, indefenso, lo estaban induciendo al resultado final. Nos preguntamos: ¿a nadie de la Comisaría involucrada se le ocurrió llamar al Sistema Sanitario de manera inmediata?”, cuestionaron.
En tal sentido, comentaron que “desde el primer momento que se da la detención supieron que mi hermano manifestaba un delirio de persecución” y aludieron que “así lo declararon los propios policías y lo reitera en su relato el vocero policial en sus declaraciones” a un medio local. “Usted señor Ministro, que lidera la fuerza de seguridad en nuestra provincia, ¿considera que en ese contexto de crisis subjetiva de salud mental, el trato dado para con Ari fue el de contener y darle seguridad en esa situación de vulnerabilidad”, apuntaron.
A renglón seguido, compartieron un link con las declaraciones del jefe de Policía Claudio González en donde relató las primeras impresiones sobre lo sucedido en la capital entrerriana.
Más adelante en el texto, los familiares sostienen que “surge del relato de los propios efectivos policiales que Ari nunca los agredió, así también lo declaró el vocero policial. Él accedió a las delegaciones voluntariamente y en una clara situación de vulnerabilidad y alteración de salud mental, tal como expresaron, les manifestó que alguien quería matarlo y que tenía miedo, paradoja de la vida que confió y subió al móvil policial y momentos más tarde encontró eso que tanto lo atemorizaba -su muerte, pero en manos de quienes podían y debían protegerlo-”.
“Cuando Ari se escapa la primera vez del móvil policial, corre al grito de ‘auxilio, me quieren matar’ a la propia Jefatura Departamental de Policía, ¿qué otros elementos necesitaban para dar intervención urgente al sistema de salud? Ari tenía derecho a acceder a la ayuda y la contención humana y sanitaria inmediata, contrariamente al trato que recibe violento y bajo el empleo irracional de la fuerza y la agresión”, señalaron.
Además, cuestionaron que la ambulancia habría llegado al amanecer y, en este plano, criticaron una supuesta demora de solicitar la atención médica “cuando sabemos que existe el hospital de referencia de la provincia a tan solo 300 metros de lo ocurrido”. También pusieron en relieve el presunto “trato tan desmedido” hacia Goyeneche.
“Además se observa de las grabaciones que al momento de cargar el cuerpo de Ari, ya nadie le está haciendo maniobras de RCP, sabe usted que si una persona está con vida está técnica no debe interrumpirse, excepto que hayan constatado que estaba muerto, y en tal caso ¿quién determinó esto?, dado que si así lo hubieran verificado debían llamar a Criminalística, y no realizar el traslado en ambulancia. O bien si aún estaba con vida, ¿por qué nadie continúo realizando las maniobras de RCP correspondientes?”, demandaron.
A renglón seguido, expresaron que “familiares, amigos y personas que amamos a Ari, consideramos que todo el proceder fue erróneo desde la falta de protocolos aplicados por la provincia, hasta la inoperancia, negligencia y el trato desmedido e inhumano de los funcionarios policías a la hora de abordar la situación cuyo desenlace termina con el fallecimiento de Ariel”.
En la entrevista a APF Digital, Roncaglia sostuvo que los policías “están muy dolidos, apesumbrados” y que “no querían que pase esto”, al tiempo que aseveró que “la palabra tortura es muy fuerte, tiene mucha connotación; no fue así”. “Entiendo el dolor de la familia y la acompañamos, pero se está siendo totalmente transparente”, dijo.
Por su parte, la familia de Goyeneche lanzó: “con todo lo dicho hasta aquí, ¿sigue considerando que el trato que Ari recibió fue de seguridad y contención? En el velorio fue impactante ver su cara con hematomas de ambos lados, profundos, y golpes en la frente, ¿a esta altura usted sigue pensando que no hubo abuso institucional? Como ya expresamos Ari ya no está y eso nos causa muchísimo dolor y sufrimiento, por ello reclamamos Justicia, para que se esclarezca fehacientemente lo sucedido; para que él descanse en Paz, para que los familiares y amigos encontremos consuelo y para que estas situaciones no sucedan nunca más”.
“Que su muerte haga reflexionar a quienes tienen la potestad de tomar medidas y decisiones políticas para que haya cambios profundos en las fuerzas policiales. Para la aplicación de protocolos idóneos, para formar a policías y prepararlos para contener situaciones de salud mental y que la intervención en estos casos sea aplicada desde el pleno goce de los derechos humanos a partir del trato digno, cuidado y respetuoso, en articulación con el sistema sanitario, y no a través de la aplicación de la fuerza física desmedida”, consideraron.
Para concluir, expresaron: “acercamos esta nota con profundo dolor, pero con la convicción de que todos queremos vivir en una Sociedad más justa, y que quienes hoy pueden tomar acciones para esclarecer los hechos van a actuar de modo justo, claro y transparente para obrar en este sentido”.