El violento hecho se registró el martes pasado durante la madrugada en la ciudad de Oberá, cuando un hombre lanzó a una casa en la Avenida Tucumán, una bomba incendiaria con clavos. Gracias al rápido accionar de la mujer, el incendio no se propagó y no causó heridos.
El hombre, acusado de violencia de género, habría intentado entrar por la fuerza al domicilio donde reside su ex concubina junto con sus dos hijas, el violento rompió ventanas y la amenazó de muerte.
Mariela, la mujer que evitó lo que pudo ser una tragedia, expresó que tiene miedo de otro ataque “Trató de matarnos, por eso tengo miedo que salga y vuelva a intentarlo”.
Luego del hecho, y a pesar del llamado de Mariela, este hombre permaneció en libertad varias horas, y con total impunidad este agresor volvió al domicilio y amenazó nuevamente de muerte a su propietaria.
El violento está identificado como Marcos Matías O. de 31 años.
Mariela R relató lo sucedido, y dijo que estuvo en pareja con el acusado alrededor de siete meses y en los últimos tres convivieron en la casa de la mujer, donde ocurrieron los incidentes.
“El lunes él se fue al centro y volvió borracho, muy alterado. Me di cuenta de su estado y no le abrí la puerta. Él tenía su llave, pero crucé la mía para que no pueda entrar porque tenía miedo por mis nenas. Empezó a patear la puerta y rompió los vidrios del frente. Me dijo que iba a matar a mis hijas delante mío, que después me iba a matar a mí y que quemaría la casa. Pero no lo denuncié y tendría que haberlo hecho”.
Debido a esta situación, esta mujer se encerró en su domicilio con sus hijas de 5 y 2 años, por temor frente a los hechos de violencia que se dieron.
Cuando procedía a hacer dormir a sus niñas, se quedó despierta por la preocupación de que su ex regresara a molestar.
Mariela relató los hechos que ocurrieron después “Estaba leyendo y en eso escuché un ruido en el frente. Lo primero que pensé fue que volvió para hacer escándalo y pateó la puerta. Me levanté y en eso veo el humo, que se estaba quemando la puerta. No sabía si él seguía afuera, pero no podía dejar que se queme la puerta”
Aún con este miedo, la madre de las dos niñas sin saber si el agresor continuaba frente a la casa, salió a apagar el fuego “busqué un balde con agua, tomé coraje y abrí la puerta para apagar el fuego. Por suerte él ya no estaba. Gracias a Dios es una puerta antigua, de madera dura y aguantó el fuego”
Según estimó, el ataque se registró entre las 3 y 3.30 del martes pasado. Luego de apagar el fuego llamó al 911.
Causa indignación el accionar de la policía “tardaron media hora para hacer cinco cuadras. El chofer ni apagó el motor del móvil y la oficial me dijo que no eran horas de molestar. Palabras textuales”.
“Les dije que entren a ver, que miren los restos de la molotov, pero la oficial me respondió que veía de afuera. Aparte insistía en cómo les voy a llamar por esa pavada, y que yo me busqué por la junta que tengo. Nos quisieron matar a mis hijas y a mí y la oficial todavía me retó. Le pregunté el nombre, pero se tapó la identificación y se fueron. No hicieron nada” expresó Mariela.
Debido a la indignante indiferencia de la policía dedicada a servir a la comunidad, la víctima se vio obligada a tomar fotos de la puerta y de los restos de la bomba incendiaria, incluidos los clavos que tenía en su interior.
Como es conocido en el patrón de la violencia de género, el violento regresó el martes al mediodía, y volvió a amenazarla
“Pateó la puerta y me amenazó con lo mismo, que nos iba a matar y quemar la casa. Gracias a Dios tenía la puerta cerrada y no pudo entrar”, expresó la víctima.
Como no obtuvo respuestas por parte de la seccional de la jurisdicción, Mariela R. se dirigió a la Comisaría de la Mujer, situada en Barrio Norte.
“Allá tampoco primero se importaron mucho, hasta que les dije que mi hermano es abogado. Ahí se empezaron a mover. Me tomaron la denuncia, llamaron al Juzgado de Familia y salió la orden de restricción”, explicó.
Por la gravedad del hecho, caratulado daños y amenazas calificadas por el vínculo, también se dio intervención al Juzgado de Instrucción 2 que ordenó la ubicación y captura del acusado.
Recién pasadas las 17 del martes, 14 horas después del violento atentado que pudo terminar en una tragedia, personal de Bomberos y Criminalística de la Unidad Regional II se hicieron presentes en el lugar de los hechos para las pericias de rigor.
La detención se dio alrededor de las 20 horas, cuando impunemente se hallaba en la casa de un amigo, en calle Lavalle y San Luis de Oberá.
La bomba de creación casera, tenía clavos en su interior, con respecto a esto la víctima señaló que “Son clavos que yo compré para usar en casa, pero después se los di a él para su trabajo porque eran muy grandes para lo que yo necesitaba”.
Y agregó: “Ya estuvo preso por problemas con otra ex que lo denunció. Ahora trató de matarnos, por eso tengo miedo que salga y vuelva a intentarlo. Fue terrible lo que hizo”.
Fuente: El territorio