La monja Kumiko Kosaka (42) prestó declaración por tercera vez en el expediente que la investiga por los abusos sexuales a menores hipoacúsicos en el instituto Antonio Próvolo.
Nuevamente negó todos los hechos, aunque presentó algunas contradicciones.
Según comentaron fuentes judiciales, en los papeles estaban registradas las actividades diarias de los religiosos y los menores. Los abogados querellantes no pudieron profundizar sobre este punto ya que la monja no aceptó sus preguntas, tal como había anticipado.
Pese a esta situación, la oriental presentó algunas contradicciones. Por un lado, negó que se haya sacado fotos con los alumnos cuando hay imágenes y hasta videos con los niños y adolescentes que acudían a la institución.