El Feng Shui es una antigua disciplina china que brinda pautas para ordenar y distribuir los espacios con el objetivo de armonizar la energía vital, conocida como chi, y así favorecer el bienestar integral de las personas.
Esta práctica se fundamenta en la creencia de que la colocación y elección de los objetos y elementos dentro de un ambiente influyen directamente en el flujo de energía, lo cual impacta en la salud, la prosperidad y las relaciones de quienes habitan ese lugar.

En este contexto, expertos en Feng Shui advierten sobre un error común: dormir en una habitación completamente blanca. Según ellos, esta elección puede dificultar un descanso adecuado y afectar negativamente la convivencia y las relaciones personales.
La razón por la que no hay que dormir en una habitación blanca, según el Feng Shui
Montserrat Beltrán, reconocida especialista en Feng Shui, sostiene que los colores en el dormitorio no solo responden a una cuestión estética, sino que tienen un efecto directo en la calidad del sueño y, por ende, en la salud y la vida emocional. Para ella, elegir bien la paleta de colores puede ser clave para mejorar tanto el descanso como la armonía en las relaciones personales.
En ese sentido, el blanco absoluto, aunque transmita limpieza y pureza, no resulta el mejor aliado para un dormitorio. Como explica Montserrat Beltrán, “un dormitorio totalmente blanco es como estar en el Polo Norte” y añade: “Cuando tú tienes frío, ¿qué haces? Te encoges. La comunicación ahí no sale. Te vuelves rígido”.

Desde la perspectiva del Feng Shui, el blanco puro carece de calidez y no fomenta la conexión emocional ni el confort profundo que requiere un espacio tan personal como la habitación. La especialista aclara que no se trata de eliminar el blanco por completo, sino de equilibrarlo incorporando otros materiales y colores que aporten energía, calidez y vida. Por ejemplo, recomienda usar textiles cálidos, plantas, muebles de madera o detalles decorativos en tonos más vivos para lograr un ambiente armonioso y acogedor.