Un macabro hecho se registró este domingo por la mañana en la ciudad de Córdoba, cuando una mujer policía mató a su hijo e hirió a su otra nena. Luego, intentó quitarse la vida. Tanto la agente como su hija se encuentran internadas en estado reservado.
Aún no hay muchos detalles al respecto, sólo trascendió que el homicidio ocurrió en una vivienda ubicada en calle La Pampa al 600, entre los barrios Observatorio y Paso de Los Andes.
En diálogo con La Voz, la misma fuerza policial confirmó el caso y la edad de las víctimas: el pequeño tenía 10 años y la niña internada, 6. Además, precisó que la funcionaria de 34 años estaba en actividad.
Un filicidio seguido de intento de suicidio
Según precisaron fuentes policiales al medio, la mujer ultimó de un disparo en la cabeza al nene de 10 años y baleó en el abdomen a la pequeña, que quedó malherida y fue trasladada al Hospital de Niños.
Después del crimen, la agente intentó quitarse la vida de un disparo. El balazo no la mató y fue trasladada al Hospital de Urgencias, donde permanece internada en terapia intensiva.
Una denuncia al 911 y una decisión fatal
La expareja de la mujer fue quien llamó al 911 alertando que se había encerrado en el domicilio y amenazaba con suicidarse.
Tras el llamado, un móvil llegó al lugar para intentar disuadirla de su decisión. En medio de las negociaciones, la agente entró al domicilio y disparó tres veces: a su hijo, a su hija y a ella misma..
Los policías ingresaron a la fuerza y encontraron muerto al nene y heridas de gravedad a la niña y a su madre. El servicio de emergencias del 107 constató el deceso del pequeño y trasladó a la agente y a su hija a los nosocomios. Ambas estarían en grave estado.
Interviene en la causa la Dra. María Celeste Orta Córdoba, de la Fiscalía de Violencia Familiar.
Un antecedente policial sin sobresaltos ni denuncias de violencia previas
Según detalló El Doce, la policía había participado el sábado del operativo de seguridad en el centro de Córdoba por los festejos tras el triunfo de la Selección Argentina. La Jefatura de Policía indicó que la mujer estaba en condiciones de portar su arma reglamentaria.
Las fuentes policiales aseguraron al mismo medio que la mujer no presentaba antecedentes psiquiátricos y que había sido evaluada en octubre por profesionales en psicología, quienes hicieron la valoración correspondiente.
Indicaron, además, que durante los cuatro años de antigüedad en la fuerza nunca se le retuvo el armamento. No hay registro de denuncias previas contra su expareja ni contra la actual.