En palabras del propio autor, se trata de una obra de relatos cortos, algunos son vivenciales y otros de ficción; en ellos o de articular cierta lógica crítica, además de drama y humor. "Entiendo que el relato es nuestra principal forma de transmisión, de enseñanza y aprendizaje, de tejer nuestra red vincular; es la forma en que construimos el mundo que somos. Estos relatos intentan ser parte de esa trama existencial que nos involucra", manifestó Morón.
La escritura es parte de la vida de Morón; en 1987 publicó su primera obra "La eterna lucha", cinco años después llegó el turno de "El hombre feliz" y al siguiente "La máquina de curar". Más tarde publicaría "Título en trámite" (1996), "Bitácora creativa" y "Secretos de mi pueblo" (2011). Según confesó, cada situación que le genera una encrucijada lo lleva a escribir más allá de que le despierte alegrías o angustias. Muchos de los borradores terminan en la basura y otros los guarda o llegan a la publicación como en este caso.
Según confesó, cada encrucijada lo lleva a escribir, desde la angustia o la alegría..."Es mi manera de transcurrir y poner orden, en el impacto entre en contexto y mi ser...Algunos de esos escritos, a veces, me conminan a su publicación...", concluyó el autor: