A través del tiempo han surgido varias formas de definir el concepto de BA y explicitar de qué se trata. Uno de ellos es el modo en que un animal afronta las condiciones de su entorno, considerando que se encuentra en condiciones de bienestar si puede experimentar las cinco llamadas «Libertades». Estás son: ausencia de hambre, de sed y de malnutrición; ausencia de miedo y estrés sostenido; ausencia de incomodidades (físicas y térmicas, entre otras); ausencia de dolor, lesión y/o enfermedad; y libertad para manifestar un comportamiento natural.
Si bien el enfoque de BA abarca diferentes especies animales, en esta comunicación se abordarán algunas relacionadas con los bovinos de carne, principalmente en lo que respecta al hábitat, el cuidado y el seguimiento de la producción.
Cabe señalar que ninguno de los aspectos que constituyen el BA es menos importante que los otros, de manera que manejarlos en forma adecuada e integral contribuirá a que el resultado sea más satisfactorio. Para lograr este propósito es necesario tener bien definido el plan de producción específico, su cronograma de ejecución a lo largo del ciclo productivo y que el productor conozca y aplique las buenas prácticas de producción pecuaria.
En el caso de los bovinos de carne, será necesario conocer a priori, si la producción se llevará a cabo de manera extensiva (a campo), o si será semi-intensiva, o intensiva en su mayor parte. También con que raza se trabajará, el manejo y demás aspectos. Las pautas y técnicas de manejo, con relación al hábitat, el cuidado y la producción, deben ser tendientes a evitar en todo momento el estrés. En cuanto a la alimentación, es de vital importancia la nutrición tanto en cantidad como en calidad y que ésta sea balanceada en sus componentes.
También la disponibilidad de agua de bebida con respecto a la cantidad y potabilidad es fundamental. Todos ellos deben ser tenidos en cuenta desde el primer momento hasta el egreso definitivo de los animales del establecimiento de producción. Otro aspecto son las instalaciones en las cuales se desarrollará la producción. El diseño o readaptación de las instalaciones existentes, en gran medida depende de la cantidad total de animales prevista, de las cantidades parciales por categoría, del carácter del animal de acuerdo a su genética, la necesidad de espacio mínimo por animal, de los factores climáticos, y de la previsión de las enfermedades y parásitos que pueden afectar al rodeo. Los corrales, tranqueras, mangas y cepos no deben tener ningún elemento punzante o roto que pueda provocar lesiones. Su diseño también debe ser acorde al trabajo de operarios y profesionales.
En cuanto a los alambrados se aconseja que no contengan alambres de púa en su construcción y la recomendación de inspeccionarlos periódicamente para mantenerlos en forma adecuada.
Cuando el manejo involucra el uso de alambrados eléctricos deben diseñarse, de modo tal que los animales reciban la descarga eléctrica apropiada, con el fin de lograr el aprendizaje por el reflejo condicionado sin generar lesiones. Los caminos de acceso, las tranqueras y portones, deben permitir el tránsito de los animales de manera fluida y cómoda.
En las zonas de concentración como pueden ser en las tranqueras, cercanía de la manga, y sector de carga y descarga, es aconsejable contar con pisos consolidados que eviten los deslizamientos y potenciales problemas en manos y patas de los animales. Las mangas y embarcaderos deberán favorecer el desplazamiento de los animales en una única dirección.
Con respecto a la protección para altas temperaturas del verano, es conveniente contar con un monte o arboleda cercana, o bien construir reparos con media sombra. La disponibilidad de comederos y bebederos, y su limpieza periódica para todos los animales, es otro aspecto a tener en cuenta.
También es muy recomendable contar con silos o reservas de alimento y tanques para agua con sus bombas de extracción (como alternativa) en buen estado, para garantizar la provisión de comida y agua de bebida por un mínimo de tiempo prudencial.
Los arreos internos y movimientos en la manga deben realizarse sin gritos, y con el mejor trato humano posible. En el caso que se complemente la tarea con perros, estos deben estar bien entrenados y preparados, y no permitir en ningún caso mordeduras de patas o maltrato. Todo el personal debe asumir la consigna de buen trato para los animales.
En el caso que en las tareas en la manga, o en la carga o descarga de los animales se use instrumentos inductores (eléctricos) de movimientos, su implementación debe ser moderada.
Si bien podrían enumerarse otros aspectos que propenden a un mejor y más eficiente BA, es importante tener en cuenta la responsabilidad individual del productor, como también la responsabilidad del equipo de trabajo en su conjunto incluyendo la capacitación y la actualización permanente de los recursos humanos.
Finalmente contar con un protocolo de indicadores de BA es muy importante para corregir desvíos en forma oportuna. Cada establecimiento puede elaborar sus propios indicadores de BA de acuerdo a sus características. No obstante como orientación general, estos están conformados por parámetros cualitativos y cuantitativos de seguimiento del comportamiento individual y grupal de los animales, los índices productivos y reproductivos, el manejo integral y los aspectos de infraestructura, equipamiento y ambiente, que hacen al confort animal. Sin duda tener definido los indicadores y hacer su evaluación periódica contribuirá a un mejor resultado final.