Este martes tuvo lugar la sexta jornada del juicio contra los 14 policías de la Ciudad acusados de asesinar a Lucas González en 2021. En ese marco, las declaraciones de los peritos balísticos complicaron la situación de tres de los oficiales.
Yanina Riquelme, auxiliar superior de la Policía Federal Argentina (PFA), aseguró que Gabriel Alejandro Isassi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva inicialmente reconocieron haber disparado contra el auto en el que viajaba la víctima junto a sus amigos.
Dicha confesión tuvo lugar luego de que entregaran sus armas reglamentarias para que fueran sometidas a peritajes. Riquelme, que se desempeña en la División Balística, dijo que las armas reglamentarias de los imputados estaban cargadas: “Tenían todas balas en las recámaras”, dijo.
En cuanto a cómo se dieron los impactos de bala en el Volskwagen Suran, la testigo puntualizó: “El vehículo tenía una rotura en el parabrisas del lado del acompañante y en el ventilete de la ventanilla trasera del lado derecho. El tiro del parabrisas es de adelante hacia atrás y el de la ventanilla de atrás hacia adelante. El tercer impacto es de un rebote en el guardabarro trasero, que es de atrás hacia adelante”.
Qué dijo la querella tras el testimonio de este martes
Para Gregorio Dalbón, representante del particular damnificado, el parte pericial reveló datos clave: “Fue esclarecedor. El coloquio de los peritos puso en evidencia a los policías”.
Asimismo, subrayó que la audiencia fue “muy intensa, pero muy buena”. “Además de que reconocieron que tiraron desde sus armas, la pericia balística dio que tiraron a zonas vitales y que intentaron ejecutarlos. Me parece que el homicidio agravado está absolutamente probado”, señaló.
En tanto, Mario “Peca” González, el papá de Lucas, dijo: “Fue todo muy positivo. Los peritos balísticos fueron contundentes, certeros y efectivos a la hora de declarar. Dijeron que las balas fueron letales”.
Las otras declaraciones de este martes
También declaró en esta audiencia el alférez de Gendarmería Nacional, Alejandro Báez, encargado de buscar residuos de disparos en el cuerpo y ropa de los policías acusados.
Báez manifestó que las muestras relacionadas al barrido de pólvora tomadas a los tres imputados más complicados en el juicio dieron positivas. Por su lado, fueron negativas las pruebas realizadas a Niven Huanca, Julián Salas y Joaquín Zuñiga, los compañeros de Barracas Central de Lucas. De esa manera vuelve a probarse la hipótesis de que no existió un enfrentamiento como se quiso instalar.
Elba Leguizamón, una vecina que llamó al 911, también declaró durante esta jornada. La mujer destacó que escuchó los disparos y el pedido desesperado de los chicos cerca de las 9.40 aquel 17 de noviembre. “Ayuda, ayuda, auxilio. Balearon a mi amigo”, gritaban.
Leguizamón detalló que escuchó “primero tres tiros y luego otros dos”. “Había un auto parado en contramano, con las puertas y el baúl abierto”, recordó. “No sabía si era un ladrón, un vecino o un policía. Llamé por un compromiso ciudadano”, enfatizó.
“Las dos testigos sumaron información. Una que escuchó los disparos, otra que vio a los sobrevivientes esposados boca abajo, tirados en la calle”, manifestó Dalbón.
Por su lado, el papá de Lucas dijo: “Cada uno dio su descargo y fue bueno para nosotros. Cuentan la verdad, es lo que es. Se va dando de a poco y sé que vamos a tener una justicia justa”. La siguiente jornada tendrá lugar el martes 9.