La nueva ola sacude al país y, según los especialistas, podría acelerarse todavía más en las próximas semanas teniendo en cuenta la presencia de variantes mucho más agresivas en todo el territorio.
En este contexto, en las últimas 24 horas se registraron 3438 nuevos decesos, de modo que el total asciende a 310.550 desde que empezó la pandemia. Asimismo, este sábado se informó la detección de 85.948 contagios, lo que lleva el acumulado a 12.490.362 casos.
De acuerdo con la información del Ministerio de Salud, 1.300.185 pacientes se encuentran en observación, una cifra creciente y que refleja el colapso en que se hallan los hospitales de las ciudades más importantes del país.
La crisis sanitaria en Brasil incluye la escasez de camas de cuidados intensivos y de sedantes necesarios para intubar a pacientes en estado grave.
Cabe mencionar que este viernes, se había llegado a un nuevo récord de fallecidos, con 3650, y este sábado llegó cerca de esa cifra, pese a que los fines de semana se suele reducir el personal que trabaja con la recopilación de los datos, por lo que los números tienden a caer.
Con el objetivo de controlar la expansión del virus, las principales ciudades del país ordenaron interrumpir todas las actividades que son consideradas no esenciales e incluso, en otras como San Pablo y Río de Janeiro, se anunció un feriado de diez días que comenzó este viernes e incluirá la Semana Santa.
Con información de EFE