El reconocido actor Guillermo Francella pasó por la sección En Terapia de revista Viva donde habló de las diferencias de opinión que se generaron en el país tanto a nivel político como las cuestiones de género y la despenalización del aborto, que se trasladaron al ámbito laboral.
Francella reconoció que en el mundo de lo político hay una clara división, la famosa grieta que coloca a los actores de un lado y del otro. "No lo puedo negar. Creo que hay que ser inteligente como para no traerla al rodaje", argumentó el actor y agregó que "la agresión de hoy es muy grande" y que no comulga con eso en lo más mínimo. "Hay que tratar de ser inteligente y no traer el tema político", sostuvo el actor de la comedia Mi obra maestra, dirigida por Gastón Duprat, y protagonizada junto a Luis Brandoni.
Si bien, Francella no está catalogado de un lado de la grieta como el caso de algunos de sus colegas, se sabe cuál es su posición política: "He apoyado a la gestión actual. Lo hice público, pero no es que estoy de un lado o del otro". Y agregó: "Me comprometí, me expuse desde ese punto de vista, confiando en la gestión de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires y en la de Mauricio Macri a nivel nacional".
Asimismo, el actor sostuvo que puede hablar con libertad y manifestar si no está conforme con algo. "Lo complicado es que en todo se genera una grieta, como se vio en el tema de la legalización del aborto. Es todo sin grises", aclaró Francella.
Respecto a la despenalización del aborto, Francella aseguro que aquellos que se manifestaron en contra recibieron terribles agresiones y responsabiliza al uso de las redes sociales: "No estoy en las redes, no las uso, no comulgo en lo más mínimo con ellas. Desde el anonimato, hoy hay una crueldad absoluta para insultar; es algo que no respeto en lo más mínimo. Las redes son excelentes para otras cosas, como para difundir un trabajo. Si no lo entendés, te quedás en el tiempo".
Por otra parte, también se refirió a las cuestiones de género: "Pienso que el cuestionamiento no abarca sólo a las conductas de los actores y las actrices sino a las de los personajes. (...) Me parece que hay que adaptarse y apelar al ingenio para realizar cosas que tengan humor sin que provoquen irritación". Y sobre sus sketchs en Poné Francella, manifestó: "De ninguna manera se degradaba a la mujer. Al contrario: justamente en Poné a Francella las actrices tenían roles preponderantes. Trabajaron Florencia Peña, Mariana Briski, Carmen Vallejos, Julieta Prandi, Andrea Frigerio, Cecilia Milone, todas grandes actrices, que tuvieron papeles muy importantes y bien diferentes. Además, eran otros tiempos".