La semana pasada, los bancos públicos y privados firmaron ante el Gobierno nacional el convenio para congelar la cuota de los créditos hipotecarios UVA.
Así, desde este lunes, los deudores comenzarán a pagar cada mes los mismos montos que en agosto, importes que se mantendrán hasta fin de año.
El congelamiento de las cuotas UVA fue una de las medidas anunciadas por el Gobierno tras el sacudón financiero luego de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), con el objetivo de amortiguar el impacto de la suba del dólar en los salarios y la aceleración de la inflación.
Para evitar que la mensualidad que pagan los deudores hipotecarios se haga más pesada en el ingreso familiar durante los próximos meses, el poder Ejecutivo decidió entonces suspender temporalmente la indexación de las cuotas.
El nuevo esquema en que éstas dejarán de actualizarse mes a mes tendrá un costo que será absorbido con subsidios. El Estado girará directamente a los bancos la diferencia entre el valor de la cuota sin subsidio y la que finalmente termine pagando el tomador del préstamo hipotecario.
El convenio no incluye a todos los préstamos, sino solo a quienes hayan tomado créditos para comprar viviendas valuadas en 140.000 UVA. Están excluidos quienes tengan más de una propiedad, ya sea por haber utilizado el préstamo para comprar un segundo inmueble, o hayan adquirido una primera casa, pero luego hayan heredado (por ejemplo) una segunda.
El interrogante gira en torno a cómo volverán a actualizarse las cuotas mensuales una vez que termine el congelamiento a fin de año. Según trascendió, el Gobierno trabaja para presentar un proyecto de ley en el Congreso donde la actualización de las cuotas de los créditos se haga en base al índice de variación de salarios (CVS) en lugar de tomar la variación de la inflación que mide el Indec.