El Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Tucumán mediante un comunicado respondió a las informaciones de distintos medios en referencia a la polémica entre la conductora y periodista, Viviana Canosa y la docente Mariana Bonano.
“Que este tipo de ataques a la docencia universitaria que está formando ciudadanía, en el marco de la libertad de pensamiento que establece la Constitución Nacional y de la libertad de cátedra y de opinión que reconoce toda la legislación universitaria, sólo pueden provenir de quienes le molestan estas libertades y que se creen intocables e irrefutables por el sólo hecho de llamarse periodista, creyendo erróneamente que a cualquiera que discrepe con ellos no pueden tener la misma libertad de opinión y pensamiento que ellos reclaman para sí”, comienza diciendo el comunicado. Luego sigue:
“Les integrantes del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Tucumán queremos expresar todo el apoyo y solidaridad con nuestra colega Mariana Bonano y el más contundente repudio a las manifestaciones vertidas en el programa televisivo de Viviana Canosa del día jueves 14 de abril de 2022 y en el medio “Real Politik” de la ciudad de La Plata. En dichos medios se refieren a la compañera de un modo despectivo y difunden un fragmento de sólo tres minutos de una clase que duró una hora y media, " En esa circunstancia un alumno preguntó a la docente su opinión sobre la presentadora Canosa. La docente respondió a la pregunta aun cuando el objeto de la interrogación no formaba parte de su disertación. Esta ínfima parte de la clase fue grabada en forma oculta y enviada al programa de la conductora mencionada, la que, con total liviandad y sin ningún motivo válido, acusó a la docente de adoctrinamiento y ataque a la libertad de expresión, llegando al límite de amenazarla.
Los/las que ejercemos la docencia en el campo de la comunicación sabemos que la enseñanza de la teoría solo es fructífera y se enriquece con el análisis de la construcción de sentido, de sus estrategias, invisibilizaciones y legitimaciones que realizan los programas de actualidad; es lo que hace la docente al aludir a la comunicadora para ilustrar los mecanismos de violencia y discriminación de las minorías que caracterizan su discurso, sin dejar de advertir sobre el rol cómplice de algunos segmentos de la audiencia.
Resulta alarmante, por otro lado, que haya sido un/a alumno/a de nuestra carrera quien haya filmado arteramente solo un fragmento de la clase con el único objetivo de enviarla al canal, en un gesto que no se condice en nada con el perfil ético del comunicador que nos proponemos formar. “Cámara oculta” dice Canosa…anonimato y cobardía, decimos nosotros, quienes aspiramos a compartir el aula -desde la libertad de cátedra- con personas de principios, aun cuando nos separen diferencias ideológicas.
Lo que sucedió no tiene que ver con ningún “adoctrinamiento”, el que por contrario es tan frecuente en los/las comunicadores/as periodísticos.
Este tipo de ataques a la docencia universitaria que está formando ciudadanía, en el marco de la libertad de pensamiento que establece la Constitución Nacional y de la libertad de cátedra y de opinión que reconoce toda la legislación universitaria, sólo pueden provenir de quienes le molestan estas libertades y que se creen intocables e irrefutables por el sólo hecho de llamarse periodista, creyendo erróneamente que a cualquiera que discrepe con ellos no pueden tener la misma libertad de opinión y pensamiento que ellos reclaman para sí. Y en tal contexto su conducta no es otra cosa que negar a la ciudadanía lo que son sus derechos”.